El candidato Vargas Lleras, ante el resultado
de la reciente encuesta de INVAMER que lo coloca solo con el 7.9% , respecto a
Duque 41.3%, Petro 31% , Fajardo 13.3%, y De la Calle 2.5%, ha lanzado con su
vocero Rodrigo Lara unas duras críticas que mencionan intereses oscuros y falta
de ecuanimidad, solicitándole al Consejo Nacional Electoral la vigilancia
estricta. No conforme con los resultados Vargas Lleras arremete contra las
encuestas, cuestionó a tres casas encuestadoras: INVAMER, Yanhaas y Guarumo.
Gustavo Petro también mostró su inconformidad al aseverar que, “hay información
sobre mediciones que revelan que estarían en un empate técnico con el aspirante
del uribismo, Iván Duque, quien se perfila como el ganador en las mismas. De
acuerdo con las encuestas y el posible intento de su manipulación denunciada
por empleados de las propias encuestadoras, la realidad de las tendencias es
evidente. ”
A los columnistas, periodistas, analistas de la
ciencia política, observadores sociales y demás, para poder leer e interpretar
la evolución de una campaña política que, es una competencia, nos corresponde
hacer proyecciones a partir de varias encuestas(una sola es un riesgo), o sea
realizar una lectura de conjunto con todas las encuestas publicadas, para una
interpretación sistemática; agregarle análisis comparados de tendencias
históricas, información de medios de comunicación, diagnóstico de contexto,
valorar los registros fotográficos de las manifestaciones, los videos sobre las
giras y recorridos de los candidatos; sumarle las reacciones de la población
a favor o en contra de los candidatos
que contienen los noticieros de televisión y la radio; hacer focus Group
improvisados o relámpagos; sopesar las conversaciones diarias que se sostienen
con contertulios, amigos, familiares, diálogos con taxistas, gente de los
oficios viarios, trabajadores, sondeos de grupos de alumnos y el pulso que se
desprende del cruce de información en las redes sociales elaborar inferencias,
entre otras formas. A una firma encuestadora le corresponde hacer encuestas
serias. Ahora aparece la empresa Cifras y Conceptos con un modelo de
pronóstico, sin hacer encuesta con un pronóstico que causó molestias al
descolocar a Petro del segundo lugar, aupando a Vargas Lleras. Esta modalidad
la analizamos en el programa de televisión COORDENADA con Michel Maya,
Valentina Ramírez y Carlos Mendoza
Las encuestas y sus resultados son un reflejo
de la realidad, o solo crean sensaciones, aproximaciones; orientan o despistan
al elector?. Esta es una pregunta válida por las dudas y suspicacias que
generan, en unas ocasiones aciertan, en otras fracasan. La confianza se ha perdido,
pero siguen siendo un instrumento de medición al que todos acuden, en público o
en privado, O son contratadas para saber qué hacer y reorientar las campañas; o
sin buscarlas son incluidos sus nombres en las preguntas y figuran
forzadamente, o son utilizados como relleno para aupar a otros.
Es cierto que las encuestas no predicen los
resultados, pero ello no puede ser la excusa para equivocarse con más
frecuencia de lo normal. Ninguna encuesta puede ser el reflejo de la realidad
futura o inminente; pero al ser parte de la estadística y estar ligadas a las
matemáticas , las encuestas se apoyan en métodos de las ciencias sociales,
hacen parte de los estudios del comportamiento(behaivord sciences),pero son una
ciencia inexacta, se ubican en el plano de la observación controlada (es más
rápida que la observación in situ); y dependiendo del método aplicado a las
encuestas, este se puede asemejar a la investigación documental; son un soporte
de la ciencia política para conocer el despliegue de los partidos políticos que
dinamizan la Democracia o la entorpecen y bloquean muchas veces a los
movimientos sociales.
Las
encuestas están enmarcadas en la llamada demoscopia, técnica que trata de medir
las opiniones y comportamientos humanos, mediante sondeos de opinión. Pero es
preocupante que lleguen a equivocarse garrafalmente, afectando la opinión
pública, desorientando a los electores, manipulando el escenario democrático o
favoreciendo a determinado candidato, por pactos subrepticios con favores
venideros. Como lo exponen los investigadores, Vallejo y Haime, “Si bien no
podemos hacer que las encuestadoras no se equivoquen sin querer ni a propósito,
podemos calcular cómo se equivocan y poder leer entre líneas sus reportes”.
La
excusa de los encuestadores ante las pifias y equivocaciones la tratan de
sustentar diciendo que la gente decide votar en los últimos días y el Consejo
Nacional Electoral no deja publicar resultados de nuevos sondeos en las dos
últimas semanas. Agregan que, muchos encuestados no expresan la verdad porque
tienen el voto oculto que va ligado al voto secreto y no lo revelan para evitar
retaliaciones o animadversiones. Marco Suárez Medina, ciudadano Colombo/sueco,
residente en Estocolmo plantea el interrogante, ¿por qué los resultados de
varias encuestas, hechas casi coetáneamente, resultan tan diferentes, con pocas
aproximaciones si se supone que las muestras de racimo u otras están bien
seleccionadas, deberían parecerse más las cifras por ser de la misma semana de
recolección ?
Lo mínimo que una firma encuestadora debe
cumplir con rigor es diseñar un cuestionario sin preguntas sesgadas que tienden
a favorecer a alguien; disponer de un significativo tamaño de la muestra, no es
posible que sigan aplicando las encuestas a 1.200 o 1.500 personas cuando el
censo electoral ya está en 36 millones de ciudadanos, es decir si el universo
ha crecido debe crecer la muestra para tener proyecciones más confiables y
manejar el margen de error. Existen varias formas de recolección de los datos
superando la vía telefónica, es preferible la encuesta personal; o hacer
encuestas por internet, On Line con mayor tamaño, de hasta 5.000 personas;
también es vital categorizar o segmentar adecuadamente la población (por
estratos, por edad, por regiones, municipios, oficios, profesiones, etc.), para
lograr la variedad de criterios y evitar el reduccionismo, así se obtiene una
mejor opinión. Las muestras son aleatorias, probabilísticas o al azar. En la
aleatoria están las variables: simple, estratificada y por racimos.
Las
encuestas, así como aciertan, también a veces incurren en errores
protuberantes. Recopilé un listado de yerros a manera de ejemplo. En 1998 las
encuestas vaticinaron que ganaría Pastrana en la primera vuelta, y ganó Horacio
Serpa con el 34.61%, luego Pastrana fue el triunfador en la segunda vuelta
electoral. En el año 2002 vaticinaron
que habría segunda vuelta, y no hubo segunda ronda, Álvaro Uribe Vélez, arrasó
con todo. En el Perú la señora Lourdes Flórez era presentada como opcionada
para competir con Ollanta Humala, pero ella perdió frente a Alán García.
Colombia 2010, Mockus frente a Santos en primera vuelta, las encuestas decían
empate de 35%, resultó Juan Manuel Santos con el 46% y Mockus con 21%. En el
año 2014 para la segunda vuelta electoral se planteó el triunfo de Oscar Iván
Zuluaga que, había ganado la primera vuelta, fue derrotado por la coalición de
la Paz que rodeó a Santos. Para las elecciones al Congreso, marzo 2018, se
volvieron a equivocar quitándole senadores en exceso a cuatro partidos, a los
conservadores, a los liberales, a Cambio Radical y a la U. Argentina 2015, las encuestas se equivocaron
en la primera vuelta presidencial, anunciaban Daniel Scioli 40%, Macri 30%, al
final fue un empate técnico del 35%.
Otros yerros notorios siguiendo la segunda
acepción de la RAE. En México las últimas campañas se han convertido en una
guerra de encuestas, con ello están demeritando aún más esta ciencia inexacta.
Las empresas encuestadoras vaticinaron el triunfo de Felipe Calderón (39%),
sobre el Señor López Obrador (35%), las bases populares se inclinaban por el
segundo, pero ganó Calderón. De la misma manera en el año 2016 las encuestas
fallaron en sus cálculos con una docena de Estados federales, para la elección
de gobernadores. Las encuestas se equivocaron sobre los resultados del Brexit
en el Reino Unido, dijeron por el SI 66%, por el NO 34%, todos sabemos lo que
pasó pese al empeño de Escocia para permanecer en la UE; Con el Plebiscito por
la Paz de Colombia 2016 las encuestas erraron y se desprestigiaron; respecto a
las últimas elecciones generales de España predijeron que el PSOE pasaría a ser
el tercer partido político y PODEMOS el segundo, no sucedió. Con Sarkozy las
encuestas se equivocaron en las elecciones primarías de Francia 2015.
Ernesto Pino Londoño, economista vallecaucano,
presidente del CPE, Centro de Pensamiento Estratégico Democracia y
Postconflicto, ha redactado el siguiente concepto, “Mi reflexión es: el
problema no son las encuestas per se (por sí o por sí mismo), sino quienes las
hacen y cómo las hacen. Realmente a través del tiempo la práctica ha
evidenciado que con ellas se intenta la utilización de instrumentos
estadísticos con un método científico
muestral / representativo de la población; solo que siempre se prestan a ser
manipuladas en el diseño y conformación de las muestras; pero si el
comportamiento de un sector es similar no tiene sentido investigar todas sus
unidades (por ejemplo un gremio productor o los habitantes de un barrio). Si el
método no fuera efectivo, las empresas en su rutina de negocios no utilizarían
las encuestas. Igualmente, un muestrista con la mayor sutileza del mundo puede
reconducir resultados a través de ese diseño y la escogencia de los elementos
muestrales; ese muestrista puede intencionalmente darle mayor representación a
un grupo de población donde observa inclinaciones pertinentes al objetivo de
estudio de la encuesta (por los intereses ocultos), y esa circunstancia no se
va a notar en la descripción de la ficha técnica general de la encuesta. Lo que
si se hace necesario ineluctablemente hoy, con las encuestas políticas, es que
disminuyan el error técnico y las dudas que tienen varios sectores sociales,
con tamaños de muestras mayores para que le den representación a todas las
regiones”.
He llegado a una conclusión deprimente. Si en
Colombia, como todos lo sabemos, la mitad de la población perteneciente al
censo electoral(los que pueden votar),no acuden crónicamente a las urnas, son
abstencionistas; y de la otra mitad el 75% está clientelizado o absorbido por
los partidos políticos y sus fracciones, y son tratados como parte de la
maquinaria política por ser un voto comprometido o amarrado; solo queda un 25%
de votantes que ejercen el voto independiente de opinión que son susceptibles
de ser inducidos y aprisionados por el elitismo competitivo de las firmas
encustadoras que pueden tener intereses encriptados, creando en la práctica un
Estado de Opinión, al conducir al electorado o inclinarlo por uno u otro
candidato apoyados en el método conductista que ejercen las encuestas. De esta
manera queda afectada la Democracia: el ciudadano se ve reducido al papel de
votante, y la democracia a ritual electoral cíclico. Más grave aún, los
mecanismos de participación popular establecidos en el artículo 103 de la
Constitución y desarrollados normativamente por la Ley estatutaria 134 de 1994
no funcionan por la ritualidad para ponerlos en marcha: Se suma a ello la
manipulación que se practica a través de las redes sociales con desviaciones y
mentiras producida por personas anónimas que enredan la poca claridad de los
lectores y usuarios. En síntesis, la democracia manipulada y desviada de su
enunciado original de ser el sistema al servicio del pueblo. Otro problema es
la falta de control, al Consejo Nacional Electoral le corresponde velar por el
cumplimiento de las normas sobre encuestas de opinión pública.
Por |Alberto Ramos Garbiras| Magíster en
Ciencia Política Universidad Javeriana; PhD, Doctorado en Política
Latinoamericana, Universidad Nacional de Madrid (UNED- España); profesor de
derecho internacional en la Universidad Libre.