Hay
populistas que su principal bandera es el nacionalismo, otros son xenófobos,
temen a la inundación del mercado con productos extranjeros y son por ende
proteccionistas, enarbolan la soberanía nacional, rechazan los efectos de la
globalización, son anti-integracionistas a bloques de países vecinos, etc. El
lenguaje de los populistas es directo, crudo, frentero y contundente. Atacan
para decir la verdad sin tapujos ni rodeos, Consideran que tantas expresiones y
lenguaje suave o decente de los políticos en el poder, es una máscara para
ocultar o disimular lo que hacen al robarse el presupuesto público que
pertenece a todos. Entonces, se trata de confrontarlos para desenmascararlos.
Donald Trump es populista de derecha que se
dio a conocer haciendo populismo televisivo, con reinados nacionales e
internacionales, y a través del programa de televisión El Aprendiz. Supo lograr
difusión de su nombre para el objetivo que se había fijado: la presidencia de
los EEUU. Una revisión sobre la composición del gabinete ministerial de Trump confirma que su actitud es
excluyente al nombrar solo millonarios,
blancos, con agendas contrarias a los temas de interés de las minorías, de la
pluriculturalidad, y a los temas impulsados por Obama a quien como
afrodescendiente le quisiera borrar su obra. Son plutócratas que jalonaran los intereses privados en las
áreas de educación, el trabajo, la salud, el medio ambiente y el manejo de la
energía. Por lo tanto, la aspiración a la igualdad y al trato justo, lo mínimo
que debe proporcionar la Democracia, se verá inalcanzable.
Con los Decretos o directivas presidenciales
hasta ahora firmados, sin evaluación previa por los efectos que causen; el muro
con México, los gasoductos de Keystone y Dakota, el freno a los inmigrantes de
7 países musulmanes, la salida del tratado transpacífico, el endurecimiento del
visado para latinoamericanos, etc; confirman su carácter autoritario. El
congreso de los EEUU tendrá que revisar antes de proceder a las apropiaciones
presupuestales, las extralimitaciones y las medidas exorbitantes contenidas en
esas directivas presidenciales; y más adelante estudiar cómo frenar a un
presidente errático que alterará el orden mundial. Por ejemplo al impedir
indiscriminadamente el ingreso de musulmanes creyendo que con ello tapona la
entrada de terroristas, confundiendo a musulmanes con terroristas yihadistas,
es desconocer toda la tradición t tácticas de seguridad antiterroristas; y
transgrede la carta de la ONU sobre la circulación de personas: un asunto es la
medida antiterrorista y otro asunto es cerrar las puertas a naciones enteras.
Creyendo que el muro en esta caso es la visa. El secretario general de la ONU,
Antonio Guterres, solicitó retirar el decreto que impide el ingreso de personas
de 7 países porque viola la política de protección de reasentamientos de
refugiados, este es un amparo de humanidad. Y desde la Unión Europea (UE), el
señor trusk se expresó contra Trump, afirmando que se convierte en una amenaza
para los países miembros de la UE.
Sobre
todo, qué hacer con un gobernante que desconoce la ciencia, las advertencias de
expertos mundiales, la mesura y que logró ganar con exageraciones, calumnias y
mentiras. Que actúa como repentista (diciendo las frases de repente, sin
reflexión), por instinto y queriendo administrar el país vía Twitter. Si va a
gobernar con esos mismos parámetros se verá abocado a ser enjuiciado
políticamente por el Congreso y judicialmente por la Corte Suprema de Justicia,
para evitar la caotización del país. Los congresistas ecuánimes e informados,
(demócratas y republicanos), no toleraran que un personaje exótico y ególatra,
sin conocimiento de las relaciones internacionales, aparezca caprichosamente
tomando una serie de decisiones que alteren el rumbo racional de la política exterior
con yerros y desenfoque que aíslen a los EEUU, en aras de un proteccionismo
excesivo.
El planeta tierra después de la segunda guerra
mundial, con la ONU no la logrado establecer un orden mundial estable, el
multilateralismo no opera bien, la justicia penal globalizada tampoco, al
calentamiento global y la adaptación al cambio climático por tardanza den las
medidas de las cumbres mundiales no ha dimanado los gases de efecto
invernadero, por eso hay desastres ; el terrorismo globalizado se agravó por el
aparecimiento de ISIS desde el año 2014, atacando países del mapa europeo; esa
falta de orden de acentuará por las decisiones de un cruzado
populista-mesiánico que afirma protegerá a los norteamericanos, actuando
prácticamente como se cierra y enreja una casa para impedir que entren los delincuentes.
La globalización de la economía y de otros
aspectos va cambiando las sociedades; las migraciones de la población son en
gran parte una consecuencia. Varios capas de personas afectadas por la globalización
busca oportunidades y trabajo en otros países; se suma a ello la huida de
millones de personas por las guerras que los convierten en refugiados de manera
forzada ; comienzan un largo trasegar transnacional buscando ayuda humanitaria,
refugio, trabajo, protección; y de otro lado los desplazados climáticos que
huyen por los desastres y catástrofes (Tsunamis, terremotos, inundaciones,
deslaves, incendios, etc) ; estos tres factores que originan traslado masivo de
personas que buscan ubicación en otros países, como trashumantes, incomoda
mucho a los habitantes habituales de las ciudades donde llegan y se inicia un
proceso de rechazo y de críticas a los gobiernos que asimilan la recepción de
personas(como le ha sucedido a Ángela Merkel en Alemania, y ocurrió en el Reino
Unido), aparecen entonces los populistas de derecha, xenófobos que arman el
discurso nacionalista y tienen recibo en electores inconformes con la oleada de
migrantes.
El hambre y el desempleo tercermundista en los
países subdesarrollados (África, Asia, Oriente y América Latina), disparan la
salida de personas de sus países, buscan camino hacia los países desarrollados,
o sea, la desatención, la concentración dela riqueza en el mundo, la falta de
distribución equitativa de los bienes, ha llevado a las oleadas de “invasores”
que incomodan a los que han alcanzado el bienestar social.
Por:
Alberto Ramos Garbiras. Abogado con especialización en Derecho Constitucional
de la Universidad Libre Seccional Cali;
Magíster en Ciencia Política, Universidad Javeriana, PhD, Doctorado en Política
Latinoamericana, Universidad Nacional de Madrid (UNED- España); profesor de
derecho internacional en la Universidad Libre y derecho constitucional en la
Universidad Santiago de Cali (USC) .