Texto de Alberto
Ramos Garbiras (*)
La Democracia ha “funcionado” con
debilidades durante 235 años, desde el triunfo de la revolución francesa, por
los aportes de la ilustración, el contractualismo y el constitucionalismo
(teorizado por el Abate Sieyés en su libro El tercer Estado), se
superó así a la Monarquía absoluta de los reyes únicos en cada Estado,
iniciados desde Carlos V en 1519, y por ende se reemplazó a las monarquías
dispersas del Feudalismo y a las formas despóticas del modo de producción
esclavista bajo la coyunda del Imperio Romano; más sin embargo Aristóteles en
la antigüedad, año 328 A.C., mencionó a la Democracia como una de las formas
del Estado para desplegar un gobierno.
Luego la Democracia ha sido utilizada
e implementada en estos 235 años, como un sistema político. Tiempo durante el
cual ha sido reformada, cambiada, ajustada, remozada y transformada, en cada
país a través de reformas constitucionales para que funcione mejor desde su
base tripartita, las tres ramas del poder público: el Ejecutivo (con presidente
o un primer ministro), el Legislativo (los congresos o los parlamentos), y la
rama Judicial (los jueces y las altas cortes de casación y cierre a los
litigios Inter partes). Y el Derecho constitucional dándole forma a las
democracias con una arquitectura supra legal, derechos humanos, sociales,
colectivos, y del medioambiente; orden territorial; organismos de control;
Banco de la República, etc.
Pero la Democracia tomada por los
partidos políticos para ubicar a sus élites, cúpulas directivas y adláteres en
las posiciones importantes del Estado, ha sido manoseada por unos y otros,
malformada, distorsionada y apropiada por esos partidos políticos y las
facciones partidistas que se apoderan de parcelas o de la totalidad del Estado
por períodos presidenciales (usualmente cuatrienios o sexenios), utilizando al
pueblo que los delega, reciclando a los electores, adueñándose del Estado por
partes o en su conjunto y disponiendo del presupuesto público; en conexión con
los empresarios como correa de transmisión para que opera el latrocinio gradual
que conforma la cleptocracia.
En los últimos 34 años, dentro de
Colombia, comenzó a funcionar el neoliberalismo desembozado a partir del
gobierno de César Gaviria, al ritmo del neoliberalismo en otros países que
también habían pasado del liberalismo radical decimonónico a otras formas de
gobernabilidad, y nosotros al conservadurismo bipartidista de La Regeneración y
el republicanismo (1886/ 1930); para movernos luego bajo el alero del
imperialismo en la tercera década del siglo XX; después dentro del desarrollo
de la globalización los neoliberales aparecieron con la teoría del
Mercado como rector de la economía y la reducción del Estado (golpeando a las
socialdemocracia y a los Estados del bienestar). Con el neoliberalismo se
privatizaron o mercantilizaron los servicios públicos y los derechos sociales,
permitiendo que los particulares de apoderaran del manejo de la energía, el
agua, los alcantarillados, la telefonía, la educación, la salud, las pensiones,
etc. (la reconversión de todos los derechos sociales dándoles un tinte
económico). Así, el empobrecimiento fue mayor para las capas poblacionales
subalternas. Y la cogobernabilidad entre clase política y empresarios casi que
inescindible.
La PANDEMIA por el Covid-19
(2020/2021), una peste globalizada, desnudó a los neoliberales en todo el
planeta tierra, y se vio claro el manejo del Estado con subgobiernos de
empresarios neoliberales enquistados en los aparatos estatales actuando como
correas de transmisión en cada área (salud, educación, transporte…), para
saquear, horadar, robar, la hacienda pública. La pobreza se palpó y vio al
descubierto, flotó y reflotó, la pobreza se vio de manera descarnada: Gentes
sin ningún ingreso fijo y sin alimentación. Sin renta básica, con alto
desempleo y sin subsidios reales, entonces sobrevino el estallido
social que, no fue invento de ningún dirigente de izquierda, sino
una reacción ciudadana liderada por los jóvenes hijos de padres excluidos,
sojuzgados y marginados por décadas de funcionamiento de políticas del
neoliberalismo (economía para beneficiar castas empresariales), y por acciones
clientelistas como zaga de la corrupción bipartidista.
Las autocracias han minado a las
democracias y se están convirtiendo en un sistema político. Los autócratas de
derecha brotan de las democracias en descomposición; los autócratas de
izquierda brotan del socialismo y del comunismo pervertidos por dirigentes que
también burlaron al proletariado, al campesinado, a las etnias racializadas y a
la pobrecía en general que les aportó el voto en medio del fragor de discursos
populistas sin sustancia teórica. Los autócratas son exmilitantes de partidos
políticos tradicionales, o populistas desviados del populismo puro, o son
Outsiders osados y aventureros que aprovechan la descomposición de los partidos
políticos; en cualquier caso los autócratas se elevan, se aúpan, y llegan al
poder concentrando el mando y debilitando los controles de la Democracia; todo
ello es posible porque están sustentados y apuntalados por los neoliberales
agazapados o reencauchados que siguen manejando los grandes negocios de la
Nación, las empresas engarzadas al derecho preexistente que les otorga reconocimiento
y movilidad en todos los negocios frente al Estado. Su relacionamiento con el
autócrata que asciende al poder, de esta manera cogobiernan como un poder
oculto o subgobierno que codirigen. Igual sucede con las relaciones
internacionales. Los autócratas tienen lazos y entronques con las
multinacionales y el empresariado más pujante de la globalización mercantil.
Sobre el comportamiento del sionismo
en Israel, frente a los islamistas, en el fondo subyace la ideología religiosa
como cemento a estas conductas desviadas orientadas por un gobierno unipersonal
en el mando (con un supuesto andamiaje democrático), pero manejados por
intereses variopintos para socavar el presupuesto estatal. Allí está el
detalle. Se envalentonan para matar envueltos en un ropaje religioso
defendiendo como monoteístas un Dios que para cada uno es el verdadero. Según
esa perspectiva, los demás siguen una religión equivocada con profetas falsos.
Anne Applebaum, dice en su libro de
reciente circulación que, “Hoy en día, las autocracias no están
gobernadas por un único hombre malo, sino por sofisticadas redes que cuentan
con estructuras financieras cleptocráticas, un entramado de servicios de
seguridad (militares, paramilitares policiales) y expertos tecnológicos que
proporcionan vigilancia, propaganda y desinformación. Los miembros de esas
redes no solo están conectados entre sí dentro de una determinada autocracia,
sino también con las redes de otros países autocráticos y, a veces, incluso de
las democracias. Las empresas corruptas controladas por el Estado de una
dictadura hacen negocios con las empresas corruptas controladas por el Estado
de otra”. (Applebaum,2024).
La Democracia no es perfecta y no se
ha podido pulir para su definitivo encarrilamiento. Dejan lados oscuros y tienen
flaquezas que aprovechan los cleptócratas y los clanes de saqueadores vestidos
de políticos formales. Las autocracias de suyo son imperfectas y surgen de las
democracias corroídas. El autócrata ejerce un poder unipersonal porque sin ser
dictador desembozado desde que inicia su actividad política para ascender,
llegan al poder de manera sinuosa, desmontando piezas institucionales. El poder
unipersonal desplegado con el autoritarismo, lo sostiene porque alienta bandas
de corruptos alrededor del Estado, facilitando las condiciones para que se
apoderen de los grandes negocios: el Neoliberalismo redivivo. Los empresarios
distribuyéndose el Mercado (la economía nacional), con la anuencia o
autorización del autócrata a quien retroalimentan con los porcentajes de esos
negocios.
Un aspecto grave de
la situación nacional en Colombia es la articulación de las derechas para
socavar un gobierno progresista a punta de golpes blandos, más de 30 actos
emanados de funcionarios supérstites de gobiernos anteriores empotrados en la
Rama Ejecutiva, en la Rama Judicial y en los organismos de control, todos
imantados y atraídos aún por el imaginario uribista, su líder Álvaro Uribe
Vélez, se comportó como autócrata durante 8 años (2002- 2010) y reeditó otro
gobierno conduciendo a Iván Duque (2018- 2022). Esas derechas actúan desde
varios grupos bipartidistas de derecha y ahora están articulados como
ultraderecha; es fácil ver los efectos, con la conducta de la Sala de
Consulta del Consejo de Estado que facilitó la actuación del Consejo
Nacional Electoral, para hacerle un juicio al presidente Gustavo Petro,
ambas entidades sobrepasándose las funciones que tienen en la Constitución y
las leyes, coadyuvando así entre ambos para el golpe parlamentario. Para
revisar como sobrepasan las facultades remito a dos análisis que hice para la
Revista Sur, republicados en Google con estos títulos: “Los miembros del
Consejo Nacional Electoral, no son magistrados” (23 de septiembre de 2024),
y el otro, “Historia sobre la Sala de Consulta del Consejo de Estado” (21
de octubre de 2024), www.sur.org.co
Ante estos esguinces
a las normas, dos entidades retorciendo el camino legal sobrepasándose las
funciones que tienen en la Constitución y las leyes, para facilitar un golpe
parlamentario y defenestrar a un presidente, alterando la Democracia; debería
intervenir la OEA aplicando la Carta Democrática Interamericana,
tratado internacional expedido por la Asamblea General de la OEA en el año
2001,así este organismo multilateral continental renovó los estatutos
fundacionales de 1948 y estableció lineamientos para la defensa de la
Democracia. Podría el presidente Petro actuar solo ante la OEA, o convocarla en
grupo, acompañado por otros presidentes que respetan la institucionalidad
democrática y también son progresistas, como: Lulla de Brasil, Boric de
Chile, Claudia Sheinbaum de México, Xiomara Castro de Honduras. Una lectura de
conjunto de los artículos 4, 17, 18, y 20 de la Carta Democrática
Interamericana, permite apreciar que puede intervenir el Secretario
General o el Consejo Permanente y ser debatida la
situación irregular que se está presentando.
Artículo 4 / inciso 2. La
subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la
autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de derecho de
todas las entidades y sectores de la sociedad son igualmente fundamentales para
la democracia.
Artículo 17/ Cuando el gobierno
de un Estado Miembro considere que está en riesgo su proceso político
institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder, podrá recurrir al
Secretario General o al Consejo Permanente a fin de solicitar asistencia para
el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática.
Artículo 18/ Cuando en un Estado
Miembro se produzcan situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso
político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder, el
Secretario General o el Consejo Permanente podrá, con el consentimiento previo
del gobierno afectado, disponer visitas y otras gestiones con la finalidad de
hacer un análisis de la situación.
Artículo 20/ En caso de que en un Estado
Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte
gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario
General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para
realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que
estime conveniente. El Consejo Permanente, según la situación,
podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas necesarias,
incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la
institucionalidad democrática. Si las gestiones diplomáticas resultaren
infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo
Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de
sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las
decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a
la Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la
presente Carta Democrática.
Cita:
Applebaum Anne. “Autocracia S.A.
Los dictadores que quieren gobernar el mundo”. Libro publicado por la
editorial Debate. ¨Penguin Random House. Grupo editorial S.A.U. Primera
edición, noviembre de 2024.
(*) Especialización
en derecho constitucional de la Universidad Libre; Magíster en Ciencia Política
de la Universidad Javeriana; PhD en Política Latinoamericana, Universidad
Nacional de Madrid (UNED- España); estudios de actualización política en la
Universidad Complutense de Madrid. Ha
sido profesor de las cátedras: derecho internacional, ciencia
política, derechos humanos, derecho constitucional y derecho ambiental,
en la Universidad Libre, Cali .