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25 may 2020

Las Reglas del Fuego

Un texto de  Alberto Ramos Garbiras (*)

Las Reglas del Fuego”, novela de Lisandro Duque Naranjo, saldrá a la luz pública en julio 2020. Es una novela histórica, realista, etnográfica y autobiográfica, tiene elementos de esos cuatro géneros, el relato contempla al mismo tiempo una mezcla de seis formas literarias y periodísticas: novela, crónica, reportaje, perfiles, testimonios y noticias. Y esto se explica porque al ser una novela histórica y realista (pero lógico con la licencia de tener algunos aspectos imaginarios), entonces hace uso de noticias de época para narrar parajes de algunos años; con sus  remembranzas el autor recoge-rebobina testimonios, diálogos y conversaciones, describiendo perfiles de los personajes o actores con los que compartió en los diferentes años de la temporalidad novelada; se apoya y desarrolla la crónica porque esta es una técnica para el relato, contar la historia y como lo expone Luís Alfonso Mena, “ La crónica se caracteriza fundamentalmente porque narra historias y en tal propósito recurre a herramientas típicas de la literatura, como la determinación de protagonistas, el manejo del tiempo (lineal o con elipsis, prospectivas o retrospectivas) y la estructuración de un eje del relato(una  columna vertebral o hilo conductor) en torno del cual se desata una trama…” (Mena, 2010).

En términos generales la novela versa sobre las violencias en Colombia y en un alto componente, la historia de las guerrillas. Tiene un escenario tríptico esta novela  en tres localidades básicas: Sevilla/, Bogotá/, y La Habana. Además de ser una historia de las guerrillas y de parte de la guerra en Colombia, los hechos de varias violencias se cruzan. El eje central de la narración gira alrededor de la aparición y acción de las guerrillas en Colombia. Alude a la presencia del movimiento Teología de la liberación, y a la corriente de Golconda. Como resultado de ello la formación de sacerdotes guerrilleros (Manuel Pérez, Domingo Laín, Carmelo García…).

El personaje central existió pero se utiliza un seudónimo, Pablo Antonio Ospina, llegó a Cuba en los años 60‘s y alcanzó a tener algunos entrenamientos dirigidos por el Che Guevara en El Escambray, se formó como guerrillero y participó en el MLPC (Movimiento de Liberación Patriótica de Colombia), utilizó durante su militancia 6 alías para no ser identificado y ocultar sus actividades en las ciudades, como célula urbana; fungió y fingió ser un cura pese a su ateísmo, fue radical y soberbio, se exilió en Cuba al huir del ejército y estudio veterinaria. La novela abarca un tiempo de 40 años, desde 1950 hasta 1990. Recoge hechos desde el gobierno de Laureano Gómez hasta el gobierno de Virgilio Barco, coetáneo a la caída del Muro de Berlín (finales de 1989). La novela describe muy bien a los personajes, las locaciones, los parajes y las situaciones, facilitando la hechura de un guion para el cine. Describe lugares de Cuba, usos y costumbres de la isla, recopilando muchos momentos vividos en ese país donde permaneció Lisandro Duque mucho tiempo como Director de una escuela de Cine en San Antonio de los Baños, por iniciativa de Gabriel García Márquez, en otras etapas ha realizado incontables viajes a festivales de cine, o para participar en actividades culturales.
El relato de la novela tiene variadas referencias a etapas históricas como la guerra de los mil días; recuerdos y alusiones de hechos violentos que enlutan esas etapas; la invocación sobre la pérdida de Panamá después de esa larga guerra que por entreguismo  del Gobierno Marroquín que, dejó amputar el territorio nacional; referencias a las guerrillas liberales de los llanos donde dueños de haciendas y caporales liberales se aliaron contra los godos; sobre el bandolerismo y los campesinos instrumentalizados, que de guerrilleros fueron reciclados a bandoleros; sobre el Frente Nacional y esa apropiación del aparato estatal, mientras los que habían sido carne de cañón en los enfrentamientos eran combatidos por el ejército institucional conducido por el bipartidismo que antes se habían desangrado pero con los de abajo; pasajes y menciones a la violencia partidista de los años 50‘s y los resultados hacia una violencia bandoleril, para pasar luego a la lucha insurreccional .`

El autor explica como la violencia de los años 50‘s contra los liberales (ordenada por el régimen conservador), fue practicada en los pueblos de las cordilleras occidental y central, era en el fondo además de partidista, contra los montañeros de origen antioqueño: reactivando la vieja rivalidad entre caucanos y antioqueños del siglo XIX. Y liga el azuzamiento de la violencia contra los liberales a la vociferación de sacerdotes fanáticos, miembros de la religión católica, imbuidos del conservadurismo ancestral que implantó la monarquía española, se mantuvo durante la colonia, sobrevivió a los largos períodos gubernamentales intercalados durante el desarrollo de la República formada con la guerra de independencia; y pervive hoy pese a las reforma constitucional que rompió la exclusividad institucional entregada desde el Concordato Nuñista de 1887. Una radiografía de la Violencia de los años 50‘s con las matanzas, los descuartizamientos en veredas que nos hace remitir al libro de María Victoria Uribe, “Matar, rematar y contramatar”, con los vejámenes ocurridos en esa década, llenos de decapitaciones, masacres, cortes brutales para generar pánico y escarmiento.^

La conversación con Fabio Vásquez Castaño, en el Hotel Nacional de Cuba, precedida del encuentro coincidencial e incómodo con la hija de Jaime Arenas, destacado líder político ejecutado por orden del fundador del ELN. Un diálogo largo a la manera de reportaje donde se tocaron diferentes tópicos como el ingreso del sacerdote Camilo Torres al ELN, su militancia de cuatro meses dentro de esa estructura subversiva, los sitios que recorrió Camilo en Santander del Sur, en algunos lugares encontraron “bichos microscópicos que causaban fiebres alucinantes”, que nos hace pensar en el coronavirus de hoy; su muerte en el primer combate en San Vicente de Chucurí (Patio Cemento), la excomunión que ordenó el Cardenal Concha Córdoba en febrero de 1966; El cura Camilo, se menciona en la novela, había viajado a Sevilla en agosto de 1965, en pleno estado de sitio decretado por Guillermo León Valencia, que gobernó bajo estados de excepción para manejar el país por decreto so pretexto del combate contra bandoleros y guerrilleros irreductibles de otra manera, pero no logró su sometimiento pretendido, antes por el contrario en el primer tramo de su gobierno con los bombardeos a sitios de retiro de los guerrilleros liberales agotados de la violencia de los años 50‘s (Marquetalia, El Pato, Guayabero y Rio Chiquito), ocasionó la eclosión o nacimiento de las FARC. El Cura Camilo en Sevilla fue saboteado por el párroco sacerdote Navia, haciendo sonar sin cesar las campanas de la iglesia para no dejarlo pronunciar su discurso. Vásquez Castaño pensó que la toma del poder seria en pocos años; se aclara la ingenuidad del líder guerrillero al rechazar la alianza que le propuso el EPL a través de Pedro Vásquez Rendón, Libardo Mora Toro y Francisco Caraballo, y describe su actitud con aire de superioridad y de sobrado teórico.
La investigación que adelantó el autor le permite aludir a las prácticas de adoctrinamiento de guerrilleros, las tareas de propaganda, difusión de volantes, campañas de reclutamiento con trozos de doctrinas políticas, narra las tácticas del reclutamiento buscando adeptos en las fincas cafeteras, los trabajos clandestinos, el alojamiento en fondas, fincas, etc. Se refiere a los sectores sociales del Eje Cafetero, donde los adoctrinantes confunden a los susceptibles de captar para conscribirlos porque no tienen claro el concepto de proletariado agrícola, abordando a minifundistas que se creían hacendados. Narra también las misiones nocturnas para hurtar armas a los policías mensos en: Calarcá. Apía, Santuario, Génova, Filandia, Salento, Quimbaya, Marsella, Montenegro. Y retrata a un jefe guerrillero, “Tamayo”, que fue fusilado con un “juicio breve interno”, a pesar de ser conocedor de todas las teorías políticas, se opuso a acciones que el calculaba erradas, chocando contra el pensamiento de los jefes de Frentes, o los forjadores de un foco guerrillero. Las múltiples lecturas de Lisandro Duque Naranjo, su formación de antropólogo, su conocimiento de las ciencias sociales (historia, sociología, ciencia política), le permiten estas elucubraciones y descripciones dentro del relato.

Contiene la novela trozos de historia sobre Sevilla, llamada Palomino en el libro, sus costumbres y vida urbana, atravesada por aspectos religiosos que influyeron en la vida de los adolescentes de la década de los años 60‘s, llevándolos a la incredulidad o al ateísmo por la manipulación de las visiones sobre las cosas o por tantas restricciones. Un pasaje de la novela sobre el rechazo a la comunión de dos lectores ávidos por tragarse el mundo con un conocimiento renovador. Gilberto Rodríguez y Lisandro Duque (Carlos Arturo Fernández, en la novela), compañeros de tertulias en Sevilla, 1962, en medio de una campaña de evangelización adelantada por curas españoles/ falangistas, se rehúsan a comulgar en medio de una misa campal que pretendía adoctrinar parroquianos y enderezar conductas.
El componente religioso tiene presencia esencialmente en el tercer capítulo de la novela. El adoctrinamiento religioso desde la familia y la escuela, repercute en el comportamiento de uno de los personajes figurados, Carlos Arturo (cineasta y escritor), en el comportamiento de sus compañeros del colegio y la patota de travesuras juveniles; como también es una novela autobiográfica, Fernández, asume un papel protagónico sin ser necesariamente el narrador, este se ubica en un plano omnisciente, externo, que describe para esos años 1959-1964, unas conductas que rechazan las imposiciones religiosas, esto se nota en hechos como: La quema del pesebre en enero de 1960 antes del día de Reyes Magos, pasando por el descabezamiento de estatuas  santorales en la procesión de Semana Santa con nylon atravesados de balcón a balcón; hasta el rechazo abierto a recibir la comunión en un tedeum. Esas descripciones sobre actos religiosos y las reglas impuestas para conducir la moral de los pobladores se puede extender u homologar como la influencia de la religión sobre toda la sociedad colombiana. La novela contiene un cuadro de costumbres sevillanas o paisas y un anecdotario municipal: Incluida la descripción de figuras parroquiales con sus apodos impuestos por “amigos” o extraños, como una práctica rutinaria burlesca, para al final alterar la identidad de las personas o rebautizar a los malqueridos.

La novela tiene una parte que emociona por la literatura erótica que salta en varias páginas. Descripciones sobre damas atractivas y voluptuosas, sensuales. Sobre las clases de mujeres que estilan lujuria, estas descripciones me remiten a Henry Miller, Trópico de Cáncer y al mismo Gabo, Historia de mis putas tristes, El Amante, de Marguerite Duras; El Decamerón, de Giovanny Boccaccio; Delta de Venus, de Anais Nin; El amante de Lady Chatterley, de D.H, Lawrence y a otros novelistas, con delineamientos como este. “Ella separó por un instante su rostro del de él, y echando hacia adelante su labio inferior expulsó aire hacia arriba agitándose el cabello que ya se le pegaba a la frente por el sudor. Él aspiró ese aliento de yerbabuena con el mismo gesto ruidoso y de alivio con que los pacientes de enfisema le llevan desesperados oxígeno a sus pulmones. Se miraron, sonrieron, y apretaron hasta el dolor sus manos.  Ella le dijo, a propósito de las de él, y en plan de lisonja, que las sentía pequeñas en proporción a su estatura. Como si la bella le agradeciera a la bestia, y sin desairarle su corpulencia, aquello literalmente de tacto  que en un probable apareamiento no maltratara su delicadeza”. El lenguaje para detallar la lascivia de la pareja Pablo Antonio y Mayra, despierta deseos de buscar consorte o dama de compañía para desplegar prácticas de cuja inmediatas.

Citas.
Mena Luís Alfonso. “Descifrando Huellas”, Periodismo del mimeógrafo al ciberespacio. Ediciones Periodismo Libre. Impresión Talleres Gráficos FERIVA. Cali, octubre del año 2010.

(*) Magíster en Ciencia Política (Universidad Javeriana); PhD en Derecho Público con énfasis en Política Latinoamericana, Universidad Nacional de Madrid (UNED- España); profesor de las cátedras: derechos humanos y derecho internacional, en la Universidad Libre.