En una cadena de televisión nacional empezó una
serie sobre la vida del Libertador Simón Bolívar, caracterizado por el actor
Luís Gerónimo Abreu, una producción seria y documentada que ya exhibió la
plataforma de streaming de Netflix en varios países. Por este estreno
televisivo y a raíz de la conmemoración de un año más de la Carta de Jamaica,
decidí pergeñar estas reflexiones sobre el hombre que sigue siendo el ejemplo
de tenacidad y templanza para muchas generaciones, y objeto de imitación de
mortales y gobernantes.
Hace 204 años se escribió la Carta de Jamaica,
es uno de los documentos más importantes del epistolario de Simón Bolívar, ese
largo y fructífero carteo que sostuvo con muchos interlocutores, con sus
amigos, con militares, patriotas, con sus novias y hasta direccionaba acciones
tácticas o asuntos de Estado. Esta carta además de ser una respuesta a un
caballero inglés, Henry Kullen, es un documento político porque allí describió
los avances de la guerra de independencia desde 1810, los errores cometidos,
sopesó las clases de orden territorial, elucubró sobre aspectos
constitucionales, proyectó lo que faltaba por hacer, e hizo prognosis sobre lo
que podría suceder en algunos Virreinatos.
Fue escrita en septiembre 6 de 1815, un año muy
difícil para Bolívar. Desde mayo él trató de evitar lo que sería Cartagena
sitiada por el ejército español que ya se preveía llegarían de un momento a
otro, no encontró eco en el comandante de la plaza, Manuel Castillo y Rada,
frustraron por celos, su plan de fortalecerse con personal de Santa Marta. Se
produjo el asedio y Cartagena fue bloqueada desde agosto de 1815; una novela
del catalán Jordi Sierra y Fabra, describe la cruda y cruel campaña que
significó la Reconquista. Enviaron 10.600 soldados, 60 buques, 3 fragatas de
guerra, 70 cañones y 120 obuseras. La junta de secuestro de bienes que los
españoles montaron en Caracas lo perjudicó perdiendo cinco propiedades
inmuebles; y Caracas dos veces establecida la República con su participación en
1811 y 1813 enfrentando hábilmente a los gobernadores Juan De Casas y a Vicente
Emparán, habían perdido luego la ciudad en manos del español Domingo
Monteverde, que recuperaba el mando.
Simón Bolívar, tenía una claridad total de cómo
nos manejaban, dominaban y de lo que debería hacerse para liberarnos; se
refiere al derecho de gentes, “para que
no degollasen a los que rendían las armas, sino que se mantuviesen como rehenes
para canjearlos; que no se entrase a sangre y fuego en las poblaciones
pacíficas, no las diezmasen ni quitasen para sacrificarlas; y concluye que, en
caso de no admitirse este plan, se observarían rigurosamente las represalias”.
La guerra de exterminio continúo por parte de los españoles.
Simón Bolívar lamentó en este documento la
forma como España había condenado a la colonia a ser una simple propiciadora de
mano de obra y un mercado de consumidores, a entregar las materias primas, los
metales preciosos y las exportaciones no daban réditos pues todo era apropiado,
monopolizado y controlado por los españoles. Bolívar para atraer a los ingleses
les ofreció los mercados de Venezuela y la Nueva Granada que estaban en manos
de sus adversarios los españoles para que ampliaran las exportaciones y por
ende importaciones, que lo apoyaran con armas y hombres y él propiciaría la
apertura del comercio.
Llamó destructores a los españoles con actos
superiores a la perversidad humana. Citó la situación de las provincias del Rio
de la Plata, de Chile, y se refirió a la población del Perú como la más sumisa
con más de un millón y medio de habitantes. Expresó que el Virreynato de la
Nueva Granada era como el corazón de América, con dos millones y medio de
habitantes. Sobre Venezuela calificó la situación de lamentable pues la han
llevado a la indigencia, afirmo, los españoles son unos monstruos que hicieron
desaparecer de la América a su raza primitiva; se quejaba de cómo los españoles
dominaban a Cuba y a Puerto Rico, por estar más aislados. Y sentencio
severamente que, en ese momento septiembre de 1815, España que fue un vasto imperio
ya no será capaz de sostenerse como tal en el nuevo mundo, ni en el viejo
mundo.
Se preguntaba así mismo llegando a inquirir
cómo era posible que Europa enterándose de las atrocidades y los desmanes que
los ibéricos perpetraban en Latinoamérica, permitieran que se destruyera esta
parte del hemisferio. Solicitó que por la vía diplomática Europa los hiciera
recapacitar para que se dedicaran a lo suyo a fin de que buscaran su
prosperidad allá y no con tropelías e inciertas conquistas. Les reitera a los
ingleses que piensen en los ventajosos intercambios comerciales para el
equilibrio del mundo.
Jhon Lynch, historiador inglés, dice que la
Carta de Jamaica, contiene reflexiones acerca de una teoría sobre la
emancipación colonial. Hizo allí aportes a la teoría de la ilustración, fue un
ejercicio de liberalismo aplicado porque resalta la importancia de la
resistencia contra la opresión, contiene bases sobre el nacionalismo, reclama
el acceso a los cargos públicos, hace una defensa de los derechos naturales
dados por Dios y la naturaleza, y explica el quiebre del principio de adhesión.
Hoy el principio de adhesión lo explican
profesores de introducción al derecho como el reconocimiento y acatamiento a la
legalidad sin necesidad del uso de la fuerza, pero cuando la legitimidad se
desploma, la población ya no acata y se subleva o desobedece. Lo mismo ocurrió
después de 1810, estando el Rey Fernando VII preso por Napoleón, las colonias
se fueron alzando y buscaron romper con la Corona española, ya ahítos de
opresión, abusos y vejámenes.
La Carta de Jamaica la escribió Bolívar cuando
tenía 32 años de edad, es una reflexión sobre las formas de gobierno; es una
síntesis brillante de la realidad política de América Latina en ese momento; La
carta se difundió en ingles apenas en
1818, y en español solo en 1833,pero él la convirtió en un Plan de Acción sobre
el cual fue madurando las diferentes etapas de la liberación, la aplicó en
muchos de sus aspectos, en documentos dispersos. El objetivo concebido por
Bolívar era lograr un Estado-Nación con un gobierno central fuerte.
En las
principales líneas de la carta se muestra como un republicano, no deseo una
Monarquía para Hispanoamérica como algunos críticos intonsos han pretendido
imputarle. Lynch, expuso que el Libertador buscaba salir del aislamiento que
tenía Hispanoamérica, pretendía buscar un aliado, pensaba constantemente en los
ingleses.
Se dirigió desde ese exilio, no solo a Henry
Kullen, también le escribió a Maxwell hyslop, este le ayudó aminorándole las
cargas de la vivienda y prestándole algo de dinero; le escribió al Duque de
Manchester, al editor de la Gaceta real de Jamaica, a Richard Wellesley, a
quien había conocido desde 1810 cuando en julio de ese año viajo a Londres para
convencer a Francisco de Miranda que se vinculará al proyecto liberador que ya
este había intentado en 1806; Bolívar viajó comisionado por la Junta
Provisional de Caracas que, aprovechando la confusión por el encierro del Rey
Fernando VII, aspiraban a desligarse de España pero no tenían nada asegurado,
Wellesley era el canciller y había logrado empatía con él, a pesar de que Inglaterra
se había comprometido son el proyecto de la Santa Alianza(coalición de monarcas
por la restauración), pero él albergaba la idea favorable de que no existía
solidaridad de Inglaterra con España por los antecedentes de disputa y
enfrentamientos por el control y competencia marítima que habían tenido por
largos años. Pero le preocupaba más que dos padres fundadores de Norteamérica,
Adams y Madison habían negado rotundamente el apoyo.
La mayor preocupación del Libertador era que
Pablo Morillo pudiera impedir la guerra de independencia, y en efecto casi lo
logra porque había llegado obstinado por recuperar el Virreinato para la Corona
Española, e incluso arrancó el viaje directo a
Argentina para frenar la disolución del territorio que habían dominado en
el río de la Plata, pero lo desviaron
hacia Venezuela y Cartagena, y en retrospectiva vemos como permaneció desde
1815 hasta 1820 cuando fue derrotado totalmente por los patriotas y las
tácticas de Bolívar , cinco años enfrentando al más cruel de los militares
españoles. Morillo traía la misión de doblegar a los rebeldes que habían
expedidos actas de independencia, organizado juntas de gobierno y hasta
expedido constituciones, venía con el reconocimiento de haber enfrentado a las
tropas francesas con éxito.
(*) Magíster en Ciencia Política (Universidad
Javeriana); PhD en Derecho con énfasis en Política Latinoamericana, Universidad
Nacional de Madrid (UNED- España); profesor de derecho internacional en la
Universidad Libre.