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17 mar 2019

JEP y gobernabilidad


Miremos como un tema produce diferentes reacciones y actitudes, y hace organizar a la oposición. O un error de cálculo, o por el acatamiento a los radicales de su partido político, el Centro Democrático (CD), hizo que el Presidente Iván Duque acudiera a presentar seis objeciones de inconveniencia a la ley estatutaria de justicia transicional, y accionara de esta manera una reacción en cadena de críticos, columnistas, defensores de derechos humanos, investigadores sociales, ha alineado en contra a los partidos de oposición y a otros sectores porque consideran que esta acción presidencial dinamita la PAZ al generar inseguridad jurídica a los desmovilizados, deja sin “verdad” a los familiares de las víctimas, al chocar contra la Corte Constitucional como tribunal de cierre que produjo una sentencia de control constitucional sobre la exequibilidad de esa ley. Y pone en duda la gobernabilidad que necesita para sacar adelante la agenda legislativa.

Las objeciones motivaron un pronunciamiento de la ONU sobre la necesidad de sancionar con perentoriedad la ley estatutaria de la JEP. Con esa actitud al presidente de la República se ha señalado, desconoce el acuerdo de PAZ, el derecho internacional humanitario, y ha dejado atónitos a los países garantes que acompañaron el proceso de paz. También se ha señalado que desestructurar la justicia transicional promueve el retorno de muchos exguerrilleros al uso de las armas o a engrosar filas en el ELN, o con otros actores colectivos armados.

La sentencia de control constitucional sobre la ley estatutaria es cosa juzgada material y no es admisible presentar objeciones de inconstitucionalidad ya resueltas como si fueran objeciones de inconveniencia. De esta forma no va a lograr mayorías en el Congreso porque pese a la dispersión de las fuerzas de la Unidad Nacional Santista, desperdigados unos como aliados del gobierno, otros como independientes y otros desaparecidos por sustracción de materia, los últimos reductos de esas fuerzas no van a tolerar que les desbaraten la PAZ, sello o marchamo que caracteriza los 8 años del gobierno de Juan Manuel Santos, premio Nobel de Paz.

La mayoría con la que ha venido trabajando el presidente Duque es una mayoría precaria en ambas cámaras del Congreso porque se ha negado a coaligarse con los que considera no lo acompañaron desde el principio(los ve como paracaidistas de segunda vuelta); esta coyuntura será aprovechada por los oportunistas que hacen malabarismos de independientes y van algunos a aprovechar el pulso para buscar cazar prebendas; otros para reacomodarse, otros para demarcarse; los liberales gaviristas que se han venido “endureciendo”, definirán la distancia o se ablandaran si logran gabinete; todo se presenta en medio de la discusión del Plan Nacional de Desarrollo al que le han detectado micos que generan suspicacias; la corrupción extendida en la mayoría de las instituciones hace que muchos  cuiden su reputación, producen posturas recias. De este pulso de los partidos y los líderes respecto a la JEP, saldrá una oposición fortalecida y más independiente ad portas de irse a la otra orilla.

Por: Alberto Ramos Garbiras.