Se
puede leer lo que sucedió el 11 de septiembre del año 2001 (11 - S), en EE. UU,
al derrumbar las torres gemelas con dos aviones que, fue el cúlmen de la
expresión brutal. Una forma de enfrentamiento que venía larvándose y dándose
desde hace 35 años, es decir, el terrorismo se desdobló y transformó: operaba
con objetivos específicos, ahora se presenta con rasgos masivos, de esta manera
pueden emplazar y enfrentar una potencia y figurativamente acrecer los
ejércitos que no tienen, y combatir a quien consideran enemigo. Por lo tanto,
la conflagración con las características que tenga, de guerra internacional o
de guerra mundial, se está dando con una modalidad que se refinó: el terrorismo
globalizado. Por consiguiente, este acto fue perpetrado por una coalición de
terroristas internacionales y no solo por una facción que provenga de un país
determinado: Afganistán, como se creyó al principio.
La
acción megaterrorista contra las torres gemelas, la respuesta de EEUU y la OTAN
contra Afganistán, luego la invasión a Irak (2003); la posterior comprobación del actuar terrorista
en red con los frecuentes ataques en distintas partes del mundo; todos estos
hechos permiten visualizar una rara especie de tercera guerra mundial,
impregnada de una indefinición en el tiempo y el espacio, poco a poco
reconocido como un estado de guerra por las continuas expediciones de normas
antiterroristas promulgadas en los distintos países desde su ramas
legislativas, expedidas también por el Parlamento Europeo, adoptadas en la constitución
europea, desde la ONU, por el Congreso de los EEUU, o proclamadas en las
cumbres multilaterales mundiales como la del G-20. Así lo expuse dentro de mi
libro “Terrorismo internacional y nuevo orden mundial”, publicado en el año
2009 por la Universidad Libre.
El
terrorismo internacional plantea una clase de guerra no convencional y
compleja; pero como el terrorismo se transnacionalizó en red con la sumatoria
de células armadas y durmientes, entonces la guerra que plantea es
internacional, global, atípica e irregular. Por lo tanto es una guerra mundial
porque existe un bloque de Estados que luchan contra el terrorismo, y un bloque
de terroristas de diferentes países que desde abajo retan a los mandatarios
considerados por ellos como invasores, transgresores de la soberanía de las
naciones islámicas. Los fundamentalistas islámicos los consideran integrantes
de una cruzada contra la nación islámica. El discurso de Bin Laden expresaba,
“ni América ni los que viven en ella podrán soñar en la seguridad antes de que
nosotros la vivamos en Palestina y antes de que todos los ejércitos infieles
abandonen la tierra de Mahoma y que la bendición y el saludo de Dios desciendan
sobre ella”.
La
rabia, el odio almacenado por islamistas contra EEUU y sus socios occidentales,
los condujo a actuar de manera aislada, no solo porque pertenecer a un grupo
terrorista o a una red de terroristas los involucra de manera directa en
persecuciones, espionaje y seguimientos, sino porque la militancia dentro del
terrorismo por naturaleza es actuar individualmente o con otra persona, no en
grupos grandes, y menos como ejército; de esta manera eluden los programas
policiales de persecución antiterrorista. Entonces, basta con ser creyente en
los propósitos antioccidentales para decidirse a colaborar de manera aislada,
ahorrándose la militancia que se volvió más riesgosa. Ahora, si llegaren a
resultar miembros de Al Qaeda, o del Estado Islámico, pues se colige, han
copiado las nuevas maneras de pertenecer: en la clandestinidad más absoluta,
con franquicia no adjudicada pero practicada y como red invisible.
Al
Qaeda tiene un brazo armado en Somalia, las milicias islámicas de Al Shabab que
hacen presencia en varios territorios dentro de la fracturación estatal, donde
clanes tribales ejercen autoridad armada extralegal distinta a la ordenada desde Mogadiscio. Se subvencionan
en parte de la piratería marina, actividad facilitada por la ubicación del país en toda la punta del
cuerno africano frente al océano índico, debajo de Yemen. Como señaló en una
conferencia Daniel Benjamín, asesor contra el terrorismo del Departamento de
Estado de EE.UU., si bien el núcleo de al-Qaeda se ha debilitado
operacionalmente, los grupos afiliados se han hecho más fuertes. En
consecuencia, la amenaza de al-Qaeda se ha diversificado geográfica y
étnicamente .Y el Estado Islámico (E.I) tiene otros grupos terroristas de
apoyo, incluido Al Qaeda, más Al Nussra, Boko Haram, Hamás, Abu Sayad, y de
alguna manera, Hezbollab.
Además
de comportarse como un ejército invisible la red global de terroristas (Al
Qaeda), retó a su contrincante principal, los EEUU, en un territorio sin límites, sin fronteras,
porque los ataques pueden presentarse en cualquier parte donde existan aliados,
sedes diplomáticas, empresariales, de negocios, o población residenciada y
turistas, etc.; es una guerra total, abierta, mundial e irregular. Los
islamistas del (E.I) retomaron ese modelo. De esta manera
la ciudadanía busca mayor protección para no caer en el desamparo, así,
al gobierno adopta medidas de seguridad efectivas, se fortalece el poder
ejecutivo: esa sensación creó el gobierno Bush, y fue reelegido. A la
Administración Obama le quedó muy difícil desmontar las guerras recibidas. La
globalización del terrorismo y del terror de Estado ha hecho perder las
fronteras de los enfrentamientos binacionales, volviendo transfronterizos los
lugares de ataque.
El
terrorismo islamista internacional no acude al terrorismo rural, sus acciones
son urbanas y preferencialmente en las grandes capitales. No se esfuerzan por
ejecutar ataques menores en poblados o el campo profundo, saben que de la
contundencia de los ataques depende la atención de la opinión internacional.
La
cúpula del (E.I) difunde un islamismo radical que choca con la libertad
religiosa y de cultos de otras religiones, pues no toleran esas expresiones ni
con los mismos musulmanes que también siguen el Corán. Los islamistas
wahabistas(los que retornan a las guías del reformador Muhammad Al-Wahab del
siglo XVIII), quieren imponer el Islam como religión monoteísta sobre los demás
monoteísmos, retan a las demás religiones envolviéndolas bajo la misma
etiqueta: infieles o impíos. Se
circunscriben a confrontar a los Estados que los atacan o interfieren en su
proyecto político de construcción del (E.I). Actúan con un agregado más mortal:
no solo atacan a los gobiernos de esos Estados (la Coalición) sino que atacan a
los miembros de la sociedad civil. Es una guerra contra el Estado y la
sociedad. El islamismo proyecta y defiende la teocracia: gobiernos religiosos
donde la Constitución es el mismo Corán, como biblia y eje de la acción
gubernamental. Los islamistas yihadistas wahabistas, acuden a una
interpretación radical o fundamentalista del Corán que no admite otra
interpretación: es una lectura con aplicación violenta para hacer respetar los
preceptos.
Una
estrategia del terrorismo global
islamista es captar adeptos en la Web con la difusión de mensajes en las
redes sociales, videos atrayentes a la mentalidad de personas con delirios
místicos, y consignas redactadas para radicalizar a personas susceptibles a
esos mensajes. Esa es una forma de lograr militantes en la red electrónica sin
necesidad de entrenarlos directamente. Entre los receptores de estos mensajes
existe una gama de personas con desequilibrios mentales, o inestables mentales,
fragilidad ideológica, esquizofrénicos, bipolares, sociópatas; otros imbuidos
por la violencia de los video games y el cine de acción ; otros excluidos y
resentidos por el arrinconamiento social del que han sido sujetos, perjudicados
por falta de atención y oportunidades ; otros vengadores de su raza por
discriminación y racismo sufrido en algún momento; encuentran suicidas en
potencia que ven en esos mensajes la motivación final; y los fanáticos
religiosos, pero sobre todo hay un común denominador : un sustrato religioso
que soporta estas conductas y les permite dar el paso final. La inestabilidad
mental y la inestabilidad social son dos ingredientes que facilitan la
determinación de una persona para convertirse en un terrorista suicida.
Esta
estrategia para captar adeptos y llevar a cabo una radicalización corta o
exprés les ha venido funcionando últimamente, esta es una forma o modalidad de
reclutar, porque, la principal es indudablemente el adoctrinamiento islamista,
la preparación directa y la formación de soldados para la yihad (guerra santa).
Hoy,
con el terrorismo global islamista se está dando una modalidad de acciones
protagonizadas por ejecutores no militantes, y a veces espontáneos atraídos por
la información recibida en internet, entonces actúan inconsultamente respecto a
los líderes del califato islámico o
Estado Islámico(E.I), y la cúpula del E.I decide reconocerlos como
ejecutores que fueron autorizados. Es tal el desafío en esta guerra mundial
irregular que asumen autorías de crímenes que no han ordenado y no les importa las
retaliaciones o respuestas.
ISIS o el Estado Islámico no desconoció la
declaración de Omar Mateen (masacre en Orlando, EEUU), porque encontró sin
conocerlo a un adherente que se impregnó de sus mensajes expandidos en la red
virtual global. Y porque mató a homosexuales occidentales, doble característica
como objetivos militares de exterminio ya que la consigna de ISIS es atacar a
los impíos (todos los que no son seguidores de Alá), y a los homosexuales los
tienen como felones de la Fé, de suyo, y sodomitas que según ellos merecen la
pena de muerte, por la interpretación wahabista del Corán.
Es
necesario matizar la diferencia entre un lobo solitario y una célula durmiente.
El lobo solitario puede ser de doble origen. 1). Estar preparado por la
organización terrorista y mantenerse aislado hasta que actúe. Lo hacen con
sigilo y total clandestinidad para no ser detectados. 2). La otra forma es la
del espontáneo atraído por las acciones y la causa del grupo terrorista,
entonces decide actuar solo y autoproclamarse miembro del grupo. En cambio la
célula durmiente está compuesta por dos o tres terroristas adiestrados,
entrenados, preparados, adoctrinados por el grupo terrorista, pero se mantienen
quietos un largo tiempo mientras planean y deciden ejecutar la acción.
Es
muy arriesgado prever cuándo terminará el terrorismo global, pero el
contraterrorismo no es la única forma de acabar con el flagelo. Existen otras
formas: 1). Solucionar el problema de
Siria frenando los despropósitos de Bachar Al Assad. 2). Respetar la soberanía
de los países orientales. 3). No saquear los recursos naturales de esos países
orientales.4).Terminar la presencia y las interferencias definitivamente en
Irak, como lo fue adelantando el Presidente Obama 5).Estimular el derecho al
desarrollo para combatir la pobreza. Clara muestra de ello son Yemen y Somalia,
países cercanos, son los más pobres de cada área. Y Afganistán entra en el trío
de países con terrorismo y pobreza
extrema. El quid del asunto estriba en esos dos países Siria e Irak. La ONU
debe tomar una decisión de fondo para que el derecho internacional se restablezca.
Al
terrorismo no solo se le combate con el uso desproporcionado de la fuerza
estatal, con bombardeos, con declaraciones altisonantes y rechazos de la comunidad internacional. Un gran acuerdo
multinacional para disminuir la pobreza, eliminar las intromisiones, dejar de
saquear recursos naturales y minerales, dejar de imponer modelos
institucionales achatando las soberanías de los países interferidos; para
frenar los factores que impulsan el terrorismo.
Algunos
creen que el terrorismo global se acabaría con la muerte de Osama Bin Laden
porque ya la venganza se había cumplido. El problema estriba en todo lo que ha
sucedido en los diez años corridos para ejecutar esa venganza por los hechos
del 11-Septiembre. Después se registraron otros ataques, múltiples daños
colaterales, otras agresiones, interferencias en los gobiernos del área, y Al
Qaeda se ramificó. Los talibanes afganos y pakistaníes, además pretender
ejercer poder estatal, los primeros lo tuvieron y se vieron privados de él. Y
surgió desde el año 2014 el califato islámico subproducto de la descomposición
de los hechos en Irak.
Alberto Ramos Garbiras \ Abogado titulado con especialización en
Derecho Constitucional de la Universidad
Libre Seccional Cali; Magíster en Ciencia Política Universidad Javeriana, PhD,
Doctorado en Política Latinoamericana, Universidad Nacional de Madrid (UNED-
España); profesor de las asignatura derecho internacional, en la Universidad
Libre.