El
miedo generalizado que viven los parisinos después de los hechos de sangre del
viernes 13 de noviembre se traduce en un “Triunfo” para los terroristas de
Estado Islámico, porque logran impactar a toda la ciudad e indisponer a la
población contra el gobernante si las medidas de seguridad no comienzan a tener
efecto. Además consiguieron plantear con la acción cruel y sanguinaria la
“razón” de sus acciones imputándoles a los países de la coalición que los
bombardea, el origen de los ataques; con frases como esta, difundida en las
redes sociales, “el estado islámico no inició la guerra contra ustedes, por el
contrario son ellos los que comenzaron un ataque contra nosotros”.
La
parálisis por miedo en Bruselas (Bélgica), es una muestra del temor
generalizado que logra la acción megaterrorista. Llegar al cierre de escuelas,
centros comerciales, el metro y la actividad laboral interrumpida, es
equivalente al encierro de los ciudadanos en sus residencias con falsas o
reales alarmas. Sin ejército desplegado, sin emboscadas, sin continuidad en los
ataques, el terrorismo logra la parálisis y la alteración de la vida ciudadana
por la clase de ataques súbitos que practican.
El
Estado Islámico, el Califato Islámico o ISIS, las tres formas de referirse al
terrorismo islamista impulsado por los nacionalistas extremos, los podemos ver
como una evolución del terrorismo internacional clásico impulsado por la O.L.P
para exigir la autonomía territorial del Estado Palestino, y más recientemente
toman comportamientos de Al Qaeda que inició el terrorismo global. La
diferencia estriba en el reto de construir un Estado para reunificar
territorios fracturados por una decisión tomada al final de la primera guerra
mundial; actuando como milicias guerrilleras en el norte de Irak y Siria, con
guerra de posiciones y de otro lado como terroristas mundiales en los lugares
donde se ejerce el poder de los miembros de la coalición atlantista, o contra
los ciudadanos pertenecientes a esas naciones que los combaten con los
bombardeos aéreos.
El
califato islámico acude a una Guerra asimétrica por fuera de las fronteras que
reclama y a una confrontación abierta desde adentro de ese Estado que dicen
debe reconstruirse. La guerra asimétrica aplicada a otros países impíos lleva
al terrorismo más bárbaro que combina
todas las variables y formas del terrorismo utilizado hasta ahora. Lo hacen
para poder actuar porque retan a varios países a la vez, continuando con las
acciones que Al Qaeda había iniciado en la primera fase desde el 2001 en esta
especie de guerra mundial irregular que conlleva a acciones demenciales.
El
rompimiento de las fronteras que conllevó la guerra fría dentro de la
bipolaridad, desató varias formas de nacionalismos y expresiones
pluriculturales, jugando las regiones un papel delimitador. Hoy las guerras de
varias Naciones originan más éxodos, que afectan la estabilidad de otras
economías, por el flujo masivo de migrantes. Ahora el terrorismo del califato
islámico aumentaría esas migraciones forzadas alterando la tranquilidad en los
estados amenazados y afectando la política de recepción y ayudas humanitarias
por la tendencia de homologar a los musulmanes con los islamistas radicales,
sin diferenciarlos.
Por| Alberto Ramos Garbiras