La lentitud e ignorancia supina en materia ambiental de la administración
municipal presidida por Jorge Iván Ospina en Cali, dejó avanzar la explotación
ilegal de oro en la cuenca del rio Cali y aún la situación no se ha resuelto.
En Cali se creía que el único rio contaminado era el Cauca y que los ciudadanos
abastecidos por el rio Cali desde el acueducto de San Antonio se salvaban de
las amenazas a la salud. Estábamos equivocados. El mercurio empleado para la
extracción rudimentaria del oro, al final destila a los afluentes hídricos,
envenena las aguas y crea un problema de salubridad.
De nada vale entonces que se cumplieran las normas sobre conservación de
las cuencas contenidas en el decreto 1640 del año 2012, y el esfuerzo del
Ministerio del medio Ambiente al confeccionar el Decreto 0953 del año 2013, si
los explotadores de oro arrasan vegetación y escurren mercurio a las corrientes
de agua. Dónde está el rol desempeñado por las autoridades ambientales ante la
grave amenaza a la salud de miles de habitantes cuando se están envenenando las
aguas. Ni la CVC, ni el Ministerio del medio ambiente, ni la Alcaldía de Cali
han evitado durante más de 5 años este crimen ambiental. La vigilancia sobre el
funcionamiento de una cuenca exige la reglamentación del uso del suelo,
articular el SINA, organizar la gestión del riesgo, tomar decisiones aplicando
el principio de precaución, proteger los servicios ecosistemicos, etc.
El Tribunal Contencioso Administrativo del Valle dentro de la acción de
Tutela contra la Alcaldía de Cali dispuso vincular también en un
trámite de Tutela iniciado por la Procuraduría Ambiental al Ministerio
del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, a la Unidad Administrativa
Especial de Parques Nacionales – Parque Nacional Natural Farallones de Cali, a
la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca – CVC y al Instituto
Colombiano de Geología y Minería – INGEOMINAS. Y se concedió la tutela en mayo
del año 2011 ordenando a la Alcaldía de Cali, en la sentencia, el cierre de las
minas o socavones en el Alto del Buey de la vereda Peñas Blancas que, han
ocasionado el daño ambiental. Y a la CVC la evaluación y control sobre esas
minas que afectan la quebrada El Socorro y los ríos Felidia y Pichindé y sus
afluentes al rio Cali desde las quebradas de los corregimientos de la leonera,
Los Andes y Pichindé, de su confluencia se nutre el acueducto de San Antonio
desde donde se suministra agua al 30% de la población de Cali. También la sentencia
ordenó a la Unidad de Parques del Ministerio del Medio ambiente que ejerza
verdadera vigilancia y control. Los operativos se realizaron tardíamente con
despliegue de medios de comunicación, pero los mineros ilegales volvieron
semanas después, abren otros socavones, trabajan clandestinamente, explotan,
causan daño y se burlan de todas las autoridades.
Un ciudadano identificado como usuario del acueducto de San Antonio le
escribió al Presidente de la república una misiva donde le exponía que,
“Angustia y escalofrío estamos sintiendo cada día que pasa los habitantes de
Santiago de Cali y sus Corregimientos por la explotación salvaje de las minas
de oro del Socorro, ubicadas en limites con los corregimientos de Felidia,
Pichindé La leonera y los Andes, a tan solo 25 Km de la Capital es decir en
plena goteras de Cali. En este sitio centenares de mineros irresponsables y
criminales, de una manera indolente han destruido cientos de hectáreas de
bosque y contaminado con cientos de kilos de mercurio y cianuro y se cometen
todo tipo de delitos ambientales como: Compra y venta de Lotes, Tala
indiscriminada, Construcciones permanentes de viviendas, etc. Todo lo anterior
viene sucediendo con previo conocimiento de la administración de Parques y las
diferentes autoridades ambientales y gubernamentales: parece que existiera un
alto grado de Corrupción que involucra fuerza pública y autoridades locales, lo
que ha desatado un fenómeno de ineficiencia de las entidades públicas y de
ingobernabilidad. La situación se agrava cada día más, se ha llegado al extremo
según fuentes oficiales de buen crédito de bajar la roca de las minas a
instalaciones que ya están funcionando en varias propiedades de los habitantes
de Peñas Blancas, donde se tritura y luego se amalgama con mercurio y
cianuro, colocando en alto peligro no solo las familias donde se hace este
proceso sino también los usuarios del agua de la misma vereda y los del Rio
Cali al ser arrojados los residuos a las aguas que caen al rio.
Ahora bien, el artículo 4 del decreto 953 de 2013 se refiere a las áreas de
importancia estratégica.” Para efectos de la adquisición de predios o la
implementación de esquemas de pago por servicios ambientales por parte de las
entidades territoriales, las autoridades ambientales deberán previamente
identificar, delimitar y priorizar las áreas de importancia estratégica, con
base en la información contenida en los planes de ordenación y manejo de
cuencas hidrográficas, planes de manejo ambiental de microcuencas, planes de
manejo ambiental de acuíferos o en otros instrumentos de planificación
ambiental relacionados con el recurso hídrico”. Pero si no existe el POMCH
entonces no existe información sobre el funcionamiento de la cuenca. En el
valle del Cauca el problema es que la CVC solo dispone de 11 POMCH y son 46 los
que deberían estar listos, por lo tanto no manejan el territorio hídrico,
evidenciándose la ingobernabilidad hídrica en el Departamento.
Los daños que causa el mercurio en el organismo son incuestionables, a
través del agua y los pescados está la transmisión. Sobre todo portadores como
los pescados se extienden en todos los mercados. Los peces en su hábitat
conviven con estos vertimientos y así se contagian, transmitiéndolo a los
humanos. Un estudio serio expresa que “La contaminación por mercurio hace
que esta importante fuente de alimentación entrañe riesgos para la salud.
Muchos países, organizaciones internacionales e investigaciones científicas han
encontrado, en peces, concentraciones de entre 0,05 y 1,4 mg de mercurio
por kg de tejido de pez, dependiendo del tipo de agua y de pez”. Y se
acumula en la cadena alimenticia.
El cianuro el otro elemento que perjudica las aguas y
es empleado en la extracción del oro. El Parlamento Europeo recomendó su
prohibición desde el año 2010, los efectos negativos para la salud humana, las
aguas superficiales y subterráneas, y el medio ambiente, son múltiples. Una
información científica describe que vez que el cianuro está en el estómago al
tomar agua contaminada, el cianuro puede pasar rápidamente a la corriente
sanguínea. Cierta porción del cianuro es transformada a tiocianato, sustancia
que es menos peligrosa, y por resiliencia abandona el cuerpo en la orina. Una
pequeña cantidad de cianuro es convertida en el cuerpo a anhídrido carbónico,
que abandona el cuerpo en el aliento. La manera como el cianuro entra y
abandona el cuerpo es similar en seres humanos y en animales. La exposición al
cianuro puede ser fatal. La gravedad de los efectos depende en parte de la
forma de cianuro, por ejemplo cianuro de hidrógeno gaseoso o sales de cianuro.
La exposición a niveles altos de cianuro durante un período breve daña el
cerebro y el corazón y puede producir coma y la muerte. Unas de las primeras
indicaciones de intoxicación con cianuro son la respiración rápida y profunda y
la falta de aliento, seguido de convulsiones y pérdida del conocimiento.
Por: Alberto Ramos Garbiras.
Profesor de Derecho Ambiental, Universidad Libre.