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17 nov 2013

Referendos

Alberto Ramos G.
El referendo constitucional tiene dos variables: el presidencial y el popular. Con la culminación del trámite sobre elecciones con referendo el mismo día de elecciones a cuerpos colegiados o de ejecutivos locales, regionales y la presidencial, se despeja definitivamente el camino para las elecciones refrendatarias de participación ampliada sin costos adicionales, el mismo día, para que la ciudadanía reforme la Constitución de manera directa, gradual y expedita; claro,  siempre y cuando sea necesario, pero sin el pesaroso trámite del acto legislativo o por medio de una solemne Constituyente. La Asamblea Constituyente seguirá siendo el escenario más importante pero utilizable cuando las reformas sean profundas o totales, no para reformas parciales.

El referendo presidencial es potestativo del Presidente de la República, sin reunir firmas como en el caso del referendo popular, el Presidente somete ante la votación popular unos temas que obtenida la mayoría, se convierten en reforma constitucional, de esta forma consulta al pueblo y obtienen legitimidad sus decisiones: se proporciona y gana en dos formas de participación similares: el plebiscito y la consulta.

El artículo 378 de la Constitución contempla estas dos formas de REFERENDO, por iniciativa del gobierno (presidencial) o de los ciudadanos (popular). “El referendo será presentado de manera que los electores puedan escoger libremente en el temario o articulado qué votan positivamente y qué votan negativamente”. Un Presidente conectado con el pueblo tiene aquí el mecanismo de  participación que convalida sus actuaciones y coloca al constituyente primario a decidir los cambios institucionales sin la mediación de sus delegados(los congresistas) que a veces  de manera torticera desvían la voluntad popular.

Hay otras tres formas de referendo (municipal, departamental y nacional), que aquí no interesan. La ley 134 de 1994 impedía que cualquier mecanismo de participación, de los establecidos en el artículo 103 se pudieran realizar un día de elecciones normales. Esto truncó la participación ciudadana por los costos de logística y porque la apatía y la falta de  promoción de los partidos políticos no dejaron levantar el ánimo de los ciudadanos no partidistas, de los abstencionistas todos sabemos que la incógnita sobre esa conducta sigue propiciando columnas de prensa. El año 2014 será de varios referendos para validar lo dialogado en La Habana y para reformar la Constitución en lo pertinente a los acuerdos aprobados.

Por: Alberto Ramos Garbiras.
Profesor de ciencia política, Universidad Libre.