El libro del Alberto Silva Scarpetta, “Bicentenario de la Independencia Vallecaucana”, es una contribución valiosa para esclarecer el pasado del Departamento del Valle del Cauca y la región a la que pertenecía, informa y aclara la participación de los caleños en la gesta independentista y precisa como las tropas vallecaucanas participaron en las batallas del Bajo Palacé, Iscuandé, Pasto, Popayán Catambuco, Alto Palacé, Calibío, Juanambú, Tasines, Cebollas, El Palo, Cuchilla del Tambo y otras entre 1811 y 1816, dentro del período más complejo de los enfrentamientos pues aún no se habían fortalecido las tropas patriotas.
El 3 de julio fue el despegue de todos estos actos, se redactó el Acta de la Junta extraordinaria de Cali. En Cali también había crecido notoriamente la población mestiza, y como un cuasi-puerto-seco por la relativa cercanía era la vía predilecta hacia el pacífico y conexión hacia los andes, más que Popayán, de allí la importancia que revestía. El comportamiento de los caleños es valioso porque los 39 signatarios firmaron un acta de independencia respecto al Gobierno provincial de Popayán, zona a la que pertenecía Cali. Desconocieron así a la autoridad española encarnada en el Gobernador Miguel Tacón y Rosique, que en posición defensiva alistó tropas, amonestó, exhortó y reaccionó agresivamente.
Los caleños activistas de esa jornada sembraron la base de la rebelión para aglutinar a las ciudades amigas o confederadas contra los españoles, situación que desembocó en la primera batalla por la independencia, la del Bajo Palacé en el primer trimestre de 1811, con la ayuda de tropas cundinamarquesas lideradas por Liborio Mejía, y las antioqueñas lideradas por José María Gutiérrez: movimiento de tropas patriotas que sentó el precedente para enfrentar el retorno del Sr Sámano desde el sur, y le abrió el camino a la posterior intervención de Antonio Nariño, hasta sirvió indirectamente para promover la expedición de la Constitución payanesa.
(*) Catedrático de Ciencia Política, Universidad Libre.
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