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25 ene 2010

Error judicial.

Por. Alberto Ramos Garbiras. (*)

Evelio Loaiza es tío del ex Senador sevillano Fabio Granada Loaiza, quien fue elegido en la lista encabezada por el hoy Gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos. Con el médico sevillano Evelio Loaiza, se ha cometido una falsa captura y un error judicial. El aparatoso operativo montado contra él, narrado magistralmente por Lisandro Duque, en su columna de “El Espectador”, donde expuso la prueba principal de la inocencia del investigado: la perrita Nieves, porque al no desprenderse ni un minuto del médico durante la diligencia de allanamiento y captura, le demostró a la comisión judicial que el sospechoso no llevaba años en el monte al mando de una escuadra de guerrilleros. Se realizó ese operativo como un falso positivo para mostrar eficacia por parte de la Fuerza Pública, hicieron un Show televisivo indicando la captura de un cabecilla guerrillero comandante de un Frente en el norte del país. El Fiscal que dirigió la diligencia de captura se puso nervioso cuando se encontró con un hombre de 69 años, de buenas maneras, de aspecto inofensivo, la actitud del funcionario fue de incredulidad; inclusive llegaron a la residencia con un grafólogo, creyendo que podían toparse con un caso de suplantación personal.

Evelio Loaiza tuvo un nexo en su juventud con el ELN, se desmovilizó hace 32 años, Carlos Gaviria Díaz, ex candidato presidencial, siendo Magistrado del Tribunal de Antioquia en aquella época, le expidió amablemente una certificación de buena conducta y de reintegración a las actividades civiles. Luego se acogió a la amnistía general del gobierno de Belisario Betancourt. Desde 1986 terminó su carrera de médico en la Universidad Nacional, realizó su internado en la ciudad de Cartago, su compromiso académico rural lo hizo en Belén de Ungía (Chocó), luego fue Director del Hospital; ejerció su profesión también en Agua Chica (Cesar); en el Hospital Olaya herrera, el hospital Lascario Barbosa de Acandi, en Cali ha permanecido continuamente desde 1992 trabajando con el Instituto de los Seguros Sociales, primero, luego en diferentes Centros de Salud como el Oasis de Pasoancho, el Ulpiano LLoreda, en EPS y contractualmente vinculado al sector salud; ha cotizado al ISS desde mayo de 1993 hasta febrero de 2009 acumulando un total de 5511 días; su profesión ejercida en Cali los últimos 18 años ha sido de colaboración con la comunidad y exitosa como lo atestiguan sus vecinos, pacientes y amigos que claman por su libertad.

Los vecinos del conjunto habitacional CIUDADELA COMFANDI y los pacientes de Evelio Loaiza están aterrados con la intemperancia del sistema, lo que demuestra que el perdón y olvido es una mera fraseología, por esta razón están dando testimonio escrito del comportamiento, virtudes, valores, las calidades y cualidades del profesional de la medicina que han tratado durante los últimos 18 años. Transcribo a manera de ejemplo, solo segmentos de algunas cartas testimoniales. La familia Borrero expresó ante la Fiscalía Quinta, “nos consta la intachable labor de médico que ha venido desempeñando, la humildad y sencillez de su hogar y familia, del buen ambiente alegría y gusto por el tango, no podemos olvidar sus carcajadas”; Camilo Arango, expuso también ante la Fiscalía, “buen vecino y amigo. Dispuesto a servir a la comunidad sin interés de lucro”; Alfonso Manzano Jaramillo, escribió, “Siempre se ha manifestado como una persona honesta, trabajadora, respetuosa y con excelentes hábitos de convivencia con todos sus vecinos”; Javier Gómez Idrobo, exalto la honorabilidad, la abnegación y el servicio profesional; la señora Mexiner Gutiérrez, le escribió al ente investigador,” El señor Evelio es una gran persona caritativa, me atendió en su casa, es un gran médico, estoy muy consternada”; La señora Luz Marina Oviedo, testimonió, “Es un vecino trabajador, serio y responsable. Me asombra el trato que se le está dando, y les pido por favor que sean justos, pues desconozco esa información que están dando de él”; Claudia patricia Alcalá, escribió, “Una persona honrada, la cual vimos todos los días a las 5:30 AM de la mañana salir a hacer ejercicio y luego lo veía salir a laborar”; Ángela Alejandra Gómez, dijo en su testimonio, compartí espacios cotidianos con él como la abordada del transporte ya que ambos nos íbamos por la misma ruta que nos llevaba por la avenida Simón Bolívar; José Everardo Gil, refiriéndose al médico como un hombre solidario y sincero, le expone a la Fiscal Quinta ,Sury Camargo, “Solicito con mucho respeto volverlo a entregar a su lugar de alegría, sueños y amor”; Erika Alicia Muñoz, escribió, “Lo conocí como trabajador del Seguro Social y médico cirujano, en muchas ocasiones me dio cita”; José Hebert Rojas, afirmó,” Durante estos años que lo hemos tenido como vecino no hemos observado ninguna conducta inmoral que atente contra la armonía del barrio Ciudadela COMFANDI. Por lo tanto le brindamos nuestro apoyo y esperamos su pronta libertad”; Alba Myriam Morera, afirma tajantemente,” Lo conozco como médico, buen ciudadano, vecino con el que se puede convivir”; Mario Alejandro Montoya, firmó un manuscrito””Mi hijo Andrés Camilo es muy amigo de su nieto Daniel. Mi esposa y Doña Ana son muy buenas vecinas y llevamos con ellos una bonita amistad”; Lina Fernanda Lozano, dijo ante la Fiscalía:” Durante 17 años lo he visto en su rutina diaria, en la mañana salir a caminar y en la noche llegar a su casa. No se a qué horas ha podido cometer todos los crímenes”.

Si una persona reincorporada a la vida civil no puede tener tranquilidad 32 años después, el ejemplo es negativo para los que hoy son invitados a desmovilizarse, sobre todo cuando este Gobierno no ha realizado un proceso de paz con las guerrillas, solo ha interactuado con los grupos paramilitares. Desmovilizarse es un acto definitivo para un actor armado, significa dejar las armas y su organización política insurrecta, abandonar a los compañeros de lucha, correr el riesgo de ser señalado como traidor, defectar de un compromiso. La desmovilización individual o grupal implica para cada participante la expectativa de un nuevo proyecto de vida; puede ocurrir por el desencanto en la lucha armada, por convicción al creer haber cometido un error al abandonar sus actividades civiles, o por replantear la realidad del país, etc. ; y de otro lado, creer en las promesas del Gobierno que promueve los beneficios y llama a la reinserción para desactivar en parte el conflicto, logrando aminorar al grupo armado que pierde efectivos militares.

Varias formas de reinserción y desmovilización se han ensayado en Colombia a partir de 1982, cuando el Gobierno de Belisario Betancourt comenzó a interlocutar con los grupos armados para iniciar un proceso político dialogado de paz; antes los Gobiernos del Frente Nacional (Valencia, Lleras Restrepo, Pastrana Borrero)) y del Pos Frente (López Michelsen, Turbay), no concedieron el rango de interlocutores a las guerrillas. El único Presidente de ése período que llevó a cabo un procedo de desmovilización, con amnistía, fue Lleras Camargo, con las guerrillas liberales de los llanos. Belisario Betancourt, declaró una amnistía general que cobijó a todos los desmovilizados, decisión que permitió la reincorporación de muchos que estaban fatigados y descontentos. Las desmovilizaciones deben ser serias, creíbles y efectivas, de los contrario, los actores insurgentes, rebeldes, o de cualquier categoría, se vuelven a rearmar y conforman otros grupos, o se desclasan y acuden al bandolerismo común, integran otras bandas, se transmutan ideológicamente, activan la violencia en las ciudades con grupos criminales, o regresan a las mismas actividades.

Las desmovilizaciones de la década de los años 80s produjeron la conformación del movimiento político Unión Patriótica (UP), las de la década del los años 90s produjeron la reinserción del M-19, el PRT, el Quintín lame, el EPL, un sector del ELN con la Corriente de Renovación Socialista (CRS). Dentro de los dos gobiernos de Álvaro Uribe no ha habido un proceso de paz con las guerrillas, el presidente ha impulsado hábilmente las desmovilizaciones individuales con los guerrilleros y ha estimulado la delación; de otro lado con los paramilitares, dentro del marco de la Ley de justicia y Paz, se han reinsertado más de 35.000 patrulleros paramilitares. Algunos de ellos, desatendidos o desengañados por la falta de cumplimiento a los programas ofrecidos se han rearmado conformando bandas emergentes que han aumentado la violencia en los grandes centros urbanos.

Muchos desmovilizados han sido concejales, diputados, congresistas, ministros, Alcaldes, Gobernadores, dependiendo del liderazgo y la preparación intelectual. La justicia transicional en muchos países permite las reparaciones, la reconciliación, pero sobre todo la búsqueda de la normalización de la vida nacional para que pueda operar el Estado de derecho. Muchas personas de ultraderecha no le perdonan a los desmovilizados su actividad anterior, los mancillan, degradan y señalan. Sino hay perdón, olvido y reconciliación, la sociedad no puede rehacerse. En el caso del Médico Evelio Loaiza, al parecer la vinculación al expediente de la Fiscalía de Santa Marta se debe a que algún genio de la “inteligencia militar”, como en la película Alemana “la Vida de los Otros”, desocupados del espionaje, leyó en el libro de Olga Behar,”Las Guerras de la Paz”, que allí aparecía el nombre de Evelio Loaiza, o en el libro “Rojo y Negro”, de Milton Hernández, donde también lo mencionan. Con esa lógica retorcida tendrían que apresar a Navarro Wolf que aparece citado en varios libros cuando tuvo vinculación con la guerrilla.

(*)Magíster en Ciencia Política de la Universidad javeriana. Ex Personero de los Derechos Humanos de Cali, Personería Municipal (1995 a 1997).