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25 ene 2010

Bases Militares Aéreas.


Por: Alberto Ramos G. (*)

La reubicación de la base militar norteamericana de Manta (Ecuador), trasladándola a Colombia, en tres sitios (Apiay, Malambo y Palanquero), con el pretexto y argumento de la cooperación en la lucha contra el narcotráfico; buscaría premunir a Colombia de más armamento y personal estadounidense acantonado en diferentes zonas fronterizas. El conflicto colombiano se internacionalizó definitivamente, por esta circunstancia se hace más urgente redefinir las líneas de acción en política exterior, no solo de cara a la región, sino también a nivel global.

En la practica sería el traslado de una parte del Comando Sur que opera en Manta (Ecuador) para Colombia, ello significaría un reforzamiento de la ayuda militar norteamericana a Colombia como complemento del Plan Colombia y el Plan Andino, pero también implicaría la reacción inmediata de Ecuador y Venezuela que lo entenderían como otro eslabón de agresión; y en la práctica sería el monitoreo constante sobre esos países y Nicaragua tanto de los movimientos de las Fuerzas Militares, como de las acciones clandestinas “toleradas”, de carácter subversivo y del narcotráfico en la frontera, en el caso de los dos primeros.

Aunque la autorización o permiso para establecer una base militar sea la figura del arrendamiento o la concesión, el Convenio de Cooperación aún no se conoce el texto completo, de todas maneras se cedería una porción de soberanía territorial (que redundaría en una injerencia total), con el agravante de su objetivo: actividades de control militar llevadas a cabo por un país extranjero, dentro del país y sobre países vecinos. Algunos observadores anotan que trasladando la Base de Manta a Colombia, Estados Unidos mantendría la misma capacidad militar permitiendo que el territorio cubierto hoy día, sea monitoreado desde las bases en Colombia; para Colombia redundaría en el aumento de la eficacia de cara a la lucha de enemigos compartidos: Mafiosos, contrabandistas, traficantes, paramilitares y guerrilleros.

Este Convenio por perfeccionarse, con tres Bases Militares Aéreas y personal norteamericano se convertiría en una razón para los países del ALBA para un eventual aislamiento subcontinental, varios países latinoamericanos criticarían la decisión calificándola de entreguista, obsecuente: un acto de vasallaje al permitir un puntal de lanza norteamericano en el centro del continente para: espiar, monitorear e interferir en las acciones internas de varios países.

La seguridad externa requiere más atención, hasta ahora Colombia ha invertido en armamento para la seguridad interna, que no ha logrado; no se trata de entrar en una carrera armamentista ni desbordar los gastos, pero la inferioridad frente a Venezuela se encuentra en dos aspectos: la flota aérea y la fuerza naval. El ejército colombiano es superior en hombres conscriptos, reclutados o afiliados profesionalmente, pero hoy las confrontaciones entre los estados cuando se desencadenan, son aéreas.

(*) Magíster en Ciencia Política, Universidad Javeriana.