Por: Alberto Ramos G. (*)
El Presidente Evo Morales quiere sacar adelante su propuesta de reforma constitucional, la que fracasó durante el año 2007, y originó de facto una reacción regional de carácter autonómico. Bolivia presencia una disputa abierta por el manejo más descentralizado de los Departamentos opositores con los Prefectos (Gobernadores) de Santa Cruz, Tarija, Beni, Chuquisaca y Pando. Se trata de una rebelión de los mandatarios regionales por el poder autonómico, es decir más independencia en la administración pública. Se traduce en una lucha entre figuras con poder desde el aparato del Estado, para lograr el control territorial y financiero de los Departamentos que administran. El Presidente Evo Morales ha adoptado tres medidas fuertes para evitar el desbordamiento de la situación:1) declaró el Estado de Sitio, para manejar el orden público,2) expulsó al Embajador norteamericano, Philip Goldberg por injerencias indebidas,3) hizo detener al Prefecto del Departamento de Pando, el Sr. Leopoldo Fernández.
Es una pugna por el poder político y administrativo, y de contera por el modelo de sistema político: el capitalismo versus el socialismo. Evo Morales está reformando el aparato del Estado que encontró ensamblado con el capitalismo de mercado y el centralismo burocrático plagado de tecnócratas dejados por los gobiernos de derecha; está tratando de llevar a Bolivia hacia el socialismo dentro de los esquemas de la corriente latinoamericana de presidentes progresistas: el socialismo del Siglo XXI. Este modelo propugna por ampliar los canales de participación y la extensión del nacionalismo económico, expropiando los recursos naturales no renovables en manos de las transnacionales en beneficio de la hacienda pública nacional. Antes el socialismo en Bolivia, con otros métodos y otros procedimientos se intentó implantar por el Che Guevara (vía armada) y por el general Juan José Torres, con reformas populistas jalonadas desde el Gobierno de
(Unión Democrática Popular), pero fue derrocado por el militar Hugo Banzer.
La oposición gubernamental-regional contra el Gobierno-central está liderada por los Prefectos de oriente, criollos y blancos que desdeñan a las comunidades indígenas, la única prefecta de origen Quechua es la de Chuquisaca, Savina Cuellar. En el fondo el enfrentamiento tiene un tinte racial, pero las reclamaciones están planteadas en tres sentidos: 1) el retorno o distribución de gran parte del impuesto petrolero o redistribución del recaudo de los hidrocarburos, 2) un estatuto autonómico amplio que le imprima más poder a los departamentos, 3) una reforma a la manera de designar los magistrados del poder judicial, Tribunal Constitucional y
(*) Politólogo egresado de
ALBERTO RAMOS