Texto de Alberto Ramos Garbiras (*).
Esta situación de ataques
demoledores, de arrasamiento que hace Israel sobre Gaza no tiene ninguna
explicación para sostener una conducta de terrorismo de Estado permanente (ni siquiera el transitorio terrorismo Estatal de
los años 2012 y 2021, de las 4 guerras anteriores en Gaza), porque se trata de
un Estado de la comunidad internacional , dentro de la ONU, que su defensa la
debió haber ejercido dentro de los cánones del derecho internacional, por ende,
dentro de las reglas del Derecho Internacional Humanitario (DIH). El DIH no
prohíbe la guerra, solo la regula entre combatientes y prescribe conductas de
respeto a prisioneros, heridos, personal médico, etc. Esta venganza ilimitada,
irracional, ha marcado a Israel ante el mundo por la masacre de civiles, la
destrucción de hospitales, la muerte masiva de niños, la afectación de los
campos de refugiados, la utilización de la inanición el hambre), como arma de
guerra, la supresión de los servicios públicos, el corte de las comunicaciones,
etc.
Actos de barbarie y salvajismo so pretexto de
estar en guerra contra el grupo Hamas, no tiene explicación ni sustento porque
para combatir al adversario que perpetró un acto de terrorismo político el 7 de
octubre de 2023, Israel debió plantear las confrontaciones bélicas dentro del
campo de la guerra contra el terrorismo, no en operaciones de exterminio que
violan todas las reglas de la guerra. La venganza o retaliación ha reemplazado
al derecho internacional, dándole cabida a la retorsión (de igual dimensión);
todo debida a la falta de regulación y eficacia de las instituciones
internacionales para evitar los desangres de las naciones mal dirigidas. Igual
al caso de Ucrania contra Rusia y viceversa. Desde Ucrania concibieron en medio
de la contraofensiva iniciada en el 2023, atacar localidades rusas donde tienen
centros de abasto militar para golpearlos; así, con drones y misiles han
ejecutado ataques a ciudades rusas como Pskov, Soltsy, Briansk, Belgorod,
Oriol, Kursk.
El analista David Hearst, de
la revista digital Middle East Eye, nos recuerda que en 1982 época de
los ataques de Israel a Beirut y la destrucción de los campos de refugiados de
Sabra y Shatila, el presidente Reagan llamó a Menajem Begin y solicitó un alto
el fuego, tardío, pero fue acatado. La falta de eficacia de la ONU se comprueba
porque ni al menos una fuerza de mantenimiento de la paz dirigida por Naciones
Unidas, se ha desplegado. Es decir, inutilidad del supra organismo para tratar
de mantener la Paz, núcleo vital de su existencia.
Los abominables hechos de ambas partes no
pueden romper las normas internacionales para resolver los conflictos. Este
desprestigio de la cúpula gubernamental israelí soportada en una ultraderecha
sionista con alto componente religioso produjo una reacción mundial de rechazo,
“unió” espiritualmente a los palestinos de Cisjordania y de Gaza, y alteró la
región con la participación de otros países que solicitan moderación, ante la
conducta equivocada de los EEUU y las actuaciones melifluas del canciller
Blinken. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, volvió el 15 de
enero/ 2024 a solicitar otro alto al fuego, después de los fracasos anteriores
por la falta de confirmación del Consejo de Seguridad, lo hizo por lo
menos para dejar constancia y distanciarse de las gélidas decisiones de los que
se amparan en la unanimidad del voto de los 5 para favorecer intereses
geopolíticos. Votación que debería estar desueta en pleno siglo XXI que
requiere de la multilateralidad real para evitar el desorden mundial imperante.
Apenas hace pocos días la ONU designó a la Señora Sigrid Kaad, para coordinar
el ingreso de ayudas humanitarias, pues Israel no ha respetado a los funcionarios
de ese organismo multinacional, al menos 140 han perecido en las diferentes
operaciones de exterminio contra los gazatíes.
Israel al tolerar la acción
de los colonos dejó avanzar el despojo de tierras, afectando desde hace muchos
años la esperanza de la construcción de los dos Estados. Desde 1967 no han
cesado los colonos israelíes para logar más tierras, y sobre todo en
Cisjordania los colonos religiosos ultra, que suspiran por la tierra bíblica
que dicen Dios se las adjudicó, buscan que la antigua judea y Samaria (hoy
Cisjordania), sea de ellos. En la otra parte de Palestina, el muro alrededor de
Gaza la volvió ciudad-prisión; la militarización excesiva, las
discriminaciones, las restricciones, la supresión de la locomoción, la
volvieron un apartheid. Y la venganza total, el irrespeto a los civiles,
conllevaron al etnocidio y al genocidio. La imparable cadena de agresiones
contra Gaza conllevó al genocidio, han profundizado el odio racial y
encadenaran más venganzas. La deducción que salta a la vista es la “limpieza”
étnica y territorial, algunos calculan que se trata de tener acceso a los
yacimientos de gas descubiertos, otros con sarcasmo sumo dicen que están
despejando la vista al mar único goce visual que tienen en Gaza. Pero como lo
explica Moshe Machover, profesor de filosofía del King's College, de la
Universidad de Londres, el verdadero objetivo de la guerra es la limpieza
étnica, y esto está sucediendo frente a nuestros ojos. Nadie que vea el horror
de lo que está sucediendo - la escala de la dislocación, la escala del hambre y
la sed, y la escala de la destrucción - puede negar que esto es en realidad una
limpieza étnica en acción. Pero la pregunta implícita en la limpieza étnica es
¿a dónde irán los dos millones de habitantes de Gaza? Creo que (y mirando aquí
la experiencia de la Nakba de 1948), los líderes israelíes preferirían que los
palestinos de Gaza, por así decirlo, se limpiaran ellos étnicamente, que lo
hicieran por su propia voluntad. Están creando condiciones que son tan insoportables
que la gente, al final, se ve obligada a huir. Esta respuesta se la dio a
Yassamine Mather, profesora de la Universidad de Glasgow.
“Pero la derecha israelí
quiere lo mejor de cada mundo. Quiere “aplicar la soberanía” sobre una base
étnica y nacional para evitar concederles derechos políticos a los palestinos,
que así seguirían siendo apátridas o, en el mejor de los casos, individuos
indefinidos desde el punto de vista político (…) La alianza de Benjamín
Netanyahu con los evangélicos fundamentalistas, los republicanos de línea dura
y otros partidarios Trumpianos estadounidenses, junto con la deriva de Israel
hacia políticas ultranacionalistas bajo su gobierno, tienen gran parte de la
culpa, aunque no toda, de que este sea el estado de las cosas”. (Shlomo Ben
Ami, 2023)
La solución a este complejo
problema donde la paz parece imposible por las posturas de Israel y la de
Hamas, se encuentra en la teoría de los dos Estados que siempre se ha invocado,
pero no han practicado. Ya estamos viendo en estos días de mitad de enero 2024
como el presidente Biden comenzó a dar un giro recordando que se debe pensar en
retomar esta propuesta de reconocer los dos Estados (Uno para Israel y otro
para Palestina), única forma de darle soberanía y tierra jurídicamente reconocida
a los palestinos ante la comunidad internacional y que de esa forma puedan
coexistir con el pueblo de Israel. El Señor Borrel, jefe de la política
exterior de la Unión Europea, lo expresó también, todos tardíamente, ante esta
hecatombe, pero ya se ve que es la única forma de cerrar las puertas del
infierno que se abrieron desde el 7 de octubre. Y existen formas de conformar
ese Estado. Así como coexisten República Dominicana y Haití dentro de una Isla;
o Portugal y España, dentro de una península, a su vez, España, dividida en
regiones autonómicas. O formas de Estado
Confederal, en otras latitudes.
Israel como potencia nuclear
está envalentonada para someter al Estado débil militarmente, esa capacidad
nuclear los hace sentirse invencibles. Además, el apoyo logístico y político de
EEUU y de Alemania, acrece su comportamiento. “…Israel es una potencia nuclear y no precisamente una dotada con un
pequeño arsenal de armas atómicas. Israel está fuertemente armado y no sólo
convencionalmente. En total, el país gasta más del 4,5 por 100 de su PIB en sus
fuerzas armadas (2022), cifra que no incluye la consistente ayuda militar
adicional procedente especialmente de Estados Unidos y Alemania. Antes del
último ataque contra Gaza, el número de cabezas nucleares israelíes se estimaba
entre las ochenta y las cuatrocientas. Y lo que es más importante, Israel posee
toda la gama de sistemas de vectores para lanzar sus cabezas nucleares, entre
los que destaca el denominado Trident, que le dota de capacidad de lanzamiento desde
tierra, mar y aire. Se dice que los misiles nucleares terrestres de Israel
están almacenados en silos lo suficientemente profundos como para resistir un
ataque nuclear, lo cual los hace adecuados no sólo para lanzar un primer
ataque, sino también para lanzar un segundo. Para el uso de armas nucleares
desde el aire, el ejército israelí mantiene una flota de al menos treinta y
seis de sus doscientos veinticuatro aviones de combate y dispone de amplias
capacidades de reabastecimiento aéreo. Israel también dispone de seis
submarinos de la clase Dolphin, de fabricación alemana, que los expertos
consideran capaces de disparar misiles de crucero con armamento nuclear desde
la propia estación de inmersión. Los misiles tienen un alcance estimado de 1500
kilómetros y ofrecen a Israel opciones de práctica invulnerabilidad en el caso
de una guerra nuclear. En general, cabe suponer que Israel dispone de toda la
gama de recursos nucleares existentes, que incluye el uso táctico de armas
atómicas en el campo de batalla, el bombardeo aéreo de bases y centros
logísticos militares enemigos y el lanzamiento de ataques misilísticos contra
ciudades como, por ejemplo, Teherán”. (Streeck, 2023)
Mientras tanto se tramita la
denuncia se Suráfrica ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIP), en la
Haya. La gente se confunde y piensa que se trata de la CPI o Corte Penal
Internacional, que también esta maniatada ante Estados que no suscribieron el
Tratado de Roma. Aquí Suráfrica no demandó a Netanyahu, ni al Ministro de Defensa
Yoav Galant, o algún militar en particular; demandó al Estado de Israel por la
responsabilidad ante los daños causados. Y alguna medida previa podrá tomarse
para suspender las acciones de agresión mientras que se tramitan las cuantías
por los daños y perjuicios, como la ha explicado el Exfiscal Moreno Ocampo.
Suráfrica con esta demanda da una lección a otros Estados que podrían actuar y
no lo hacen. Esta actitud puede reconducir la impasividad ante el desastre
humanitario y mostrar que, aunque la inutilidad del derecho internacional esta
evidenciada, aún se puede aconductar a los Estados bárbaros y desbocados por la
ansiedad de tierras y recursos minerales. La esencia de la reclamación de
Suráfrica está centrada en demandar al Estado no a las personas que ejecutan u
ordenan (campo de la CPI), pero al demandar al Estado esas personas están
implicadas y si se les puede juzgar de contera.
“Cualquiera que vea la
inutilidad de continuar la guerra y las dimensiones de la matanza y la
destrucción en la Franja de Gaza, que quiera poner fin al sufrimiento inhumano
de más de dos millones de seres humanos, tiene que tener esperanza, aunque sea
en lo más profundo de su corazón, en que la Corte Internacional de Justicia de
La Haya decretará una medida provisional ordenando la suspensión de las
operaciones militares de Israel en la Franja.
No es fácil para un israelí
desear una orden judicial contra su país que también pueda dar lugar a medidas
punitivas contra él, pero ¿hay alguna otra manera de detener la guerra?” (Levy ,2024).
(*) Abogado egresado de la Universidad Santiago de Cali (USC);
especialización en derecho constitucional, Universidad Libre; magister en
ciencia política de la Universidad Javeriana; PhD en Política Latinoamericana,
Universidad Nacional (UNED) de Madrid España. Ha sido profesor de las
asignaturas: derecho internacional, ciencia política y derechos humanos,
Facultad de Derecho, Universidad Libre (Seccional Cali).
Citas:
Ben Ami Shlomo. “Profetas sin honor. La lucha por la paz
en Palestina y el fin de la solución de dos Estados”. Libro publicado por
la editorial RBA libros y publicaciones SLU. Impreso en Barcelona- España,
traducción de Ana Isabel Sánchez. Primera edición, abril de 2023.
Levy Gideon. Buena suerte a la CIJ, los israelíes deberían
esperar que decrete el fin de la operación en Gaza. Columna de prensa de un
periodista del diario Haaretz, republicado en la revista catalana Sin Permiso
(SP). www.sinpermiso.info / Barcelona, España, enero 7 del año 2024.
Wolfgang Streeck. Masacre en Gaza: La lógica del poder
nuclear israelí. Análisis publicado en la revista catalana Sin Permiso (SP).
www.sinpermiso.info / Barcelona, España, diciembre 12 del año 2023.