Buscar este blog

19 jul 2019

La investidura en España


Elegir Presidente dentro del sistema parlamentario es diferente a cómo se hace en Colombia. En nuestro país se sabe el mismo día quien ganó porque funciona, con todos sus defectos, el voto directo. En España opera un Estado-Monárquico-Constitucional-Republicano, con Democracia/parlamentaria, lleno de defectos también porque no es un Republica plena, ni una Monarquía absoluta, ni una Democracia completa. Y el voto para elegir Presidente, es indirecto.

Se elige primero el Parlamento, y desde la Cámara de los diputados se decide por coalición, sino hay mayoría de un solo partido, quien será el Presidente, para gobernar desde la Rama Ejecutiva, que en otros países europeos se llama Primer Ministro.

El 23 de julio será la primera sesión de investidura para escoger y ungir al Presidente de España, a fin de cumplir un periodo completo al frente del Gobierno, 4 años, podrá ser el mismo Pedro Sánchez, quien desde mediados del año 2018 reemplazó a Mariano Rajoy. Pero Sánchez no tiene con su partido el “socialista” PSOE la mayoría para hacer un gobierno de partido, solo tiene 123 diputados, le faltan 53.
Para ser elegido debería hacer coalición con el partido PODEMOS (42 diputados) y le faltarían 11 que, fácilmente los encontraría con tres partidos nacionalistas con énfasis no independentista (PNV, Compromiso, y los regionalistas de Cantabria); pero  Sánchez hasta ahora no ha sabido transar con el líder de PODEMOS, Pablo Iglesias, para confeccionar un Gobierno de coalición, eludiendo conformar una real poliarquía (centros de poder compartido), pretendiendo durante más de dos meses de conversaciones  un Gobierno de Partido, o monocolor; sin tener esa capacidad porque requiere al menos, de la concurrencia de los otros partidos que mencione. Los otros tres mayoritarios no son afines, son partidos de derecha: PP, Ciudadanos y VOX. Así, podría el  23 de julio fallar la investidura, y tener que pasar a segunda ronda de diálogos, con riesgo de repetir las elecciones en noviembre 2019.

Si esto sucede, entonces Pedro Sánchez no sería el Presidente asegurado, como se creía entre mayo y junio, tendría que concurrir a otras elecciones para obtener más escaños en el Parlamento, lo cual sería dañino para él, para PODEMOS y para los demás, porque los españoles están fatigados de tantas elecciones en los últimos 4 años.

Los del PSOE quieren gobernar solos y con eufemismos expresados como que, aceptan ministros muy técnicos que no pertenezcan a la dirigencia partidista, pretenden ocultar que hoy la cúpula del PSOE está convertida en otra derecha acomodada al establecimiento, vetan a la nueva izquierda por “extremistas”, cuando el partido liderado por Pablo Iglesias ha demostrado saberse mover en el marco constitucional.

Dentro de la era postfranquista ( 1978 / 2019),  sin contar la etapa de transición de UCD, los dos partidos políticos que han detentado el poder, el Partido Popular (PP) y el PSOE se transformaron y llegaron al formato bipartidista, e hicieron gobiernos de partido, realizaron pactos con formaciones políticas minoritarias (regionales y nacionalistas), fueron penetrados por factores de corrupción que los mino a ambos; pero el PP se derrumbó con un listado de miembros enjuiciados hasta llegar a la trama Burkel que alimentaba la tesorería del PP con la caja B del Señor Barcenas, hasta que llegó la desinvestidura de Mariano Rajoy en el 2018.

En los últimos 6 años aparecieron 3 partidos (PODEMOS, CIUDADANOS y VOX), que rompieron el espectro bipartidista para confeccionar el pluripartidismo pentapartido. Pero el PSOE, se desgranó, muchos de sus adherentes se fueron a Izquierda Unida, a PODEMOS o a nacionalismos diversos; y desde el PP el desgranamiento se trasladó hacia CIUDADANOS o hacia VOX.

La cultura de la coalición en el marco multipartidista no ha sido estrenada debidamente en España. Esa es la razón de las dificultades para la investidura de Pedro Sánchez, que no es un izquierdista de avanzada, escucha a la vieja cúpula acomodada, cree en la permanencia de la Monarquia, y no es un Republicano depurado; fue atenazado por los barones del PSOE y considera que las mayorías obtenidas entre abril y mayo de 2019, son suficientes para doblegar a las otras formaciones políticas, sin reconocer ninguna debilidad.

Entonces debe asombrar a los electores españoles de ambas izquierdas no hayan pactado un gobierno de coalición en dos meses y medio, y se vean abocados a sostener un debate nacional sobre discrepancias y diferencias ideológicas, brindándole un espectáculo/ festín a las tres derechas que, durante las dos campañas electorales de este año atacaron con ferocidad, denostaron del Presidente Sánchez, lo vilipendiaron y hasta trataron de ridiculizarlo, imputándole ser amigo de golpistas, llamando golpe de estado la convocatoria de la dirigencia catalana que, solo promovió un referendo buscando la independencia; como si activar un mecanismo de participación fuera inconstitucional; seguramente envalentonados con la descalificación de la Consulta que Arthur Mass impulsó en el año 2014 y la tachó el Tribunal Constitucional, ese es el resultado de estar cooptado por la viejas magistraturas franquistas de la cúpula en la Rama Judicial del poder.

Si fracasa esta investidura de julio 2019, la gestión de Pedro Sánchez quedará en vilo y entredicho; lleva solo un año, en una especie de interinidad, enfrentado acosos permanentes de la derecha ultramontana, y llegó al poder gracias a la Moción de Censura que animó PODEMOS, partido que tiene a los parlamentarios más estudiosos de la ciencia política y del sistema español.

La izquierda coaligada debe aprovechar para gobernar ahora que la derecha también está fragmentada y debilitada. El PP ha perdido muchos diputados por la erosión de su imagen y la migración de sus bases ante los sucesivos escándalos de corrupción; el Partido de Albert Rivera, CIUDADANOS, navega en la ambigüedad de haber nacido dizque como un brazo de la social Democracia, comportarse durante 5 años como liberales andróginos y ser hoy una formación de derecha nacionalista pro- monárquica, en disputa por ser la derecha más visible y a la vez, tratando de apartarse de la neoderecha configurada con el fascismo de VOX. Si se descuida la izquierda, entonces la derecha se realindera y se toman el gobierno si hubiere repetición de elecciones. Ya se tomaron la Alcaldía de Madrid.

Una coalición es necesaria para que estos dos partidos PSOE y PODEMOS hagan un gobierno (2019/2023), o ejerzan la gobernabilidad que siente las Bases y abra el camino para el retorno de la República plena. Un Republicanismo que amplíe la Democracia truncada por la guerra civil y la Dictadura de Francisco  Franco.

Por: Alberto Ramos Garbiras | El autor es Magíster en Ciencia Política de la Universidad Javeriana. Acaba de realizar un curso de verano en la Universidad Complutense de Madrid sobre “Bases para un nuevo Republicanismo”.