El estudio de los partidos políticos hace parte de l a ciencia política. Para comprender el funcionamiento de los partidos, sus estructuras, dinámicas, es necesario aplicar conceptos de sociología política, filosofía política, psicología política, historia política y geografía política. Los partidos son conglomerados complejos por el cúmulo de intereses que se cruzan, la geografía donde se mueven, la voluble personalidad de las élites, la falta de transparencia que se encuentra en las acciones de dirigentes convertidos en gobernantes y la subdivisión en fracciones.
En Colombia los dos partidos tradicionales ya no son partidos fuertes. Siguen siendo hegemónicos pero por la metamorfosis que han tenido para poder mantenerse: transmutándose en otros, camuflándose bajo otros nombres con líderes que a través del transfuguismo van y vienen. Se han mantenido en el poder con nuevos ropajes y personerías jurídicas que hacen y deshacen.
La falta de un estatuto de oposición nacional permite estas connivencias y camuflajes. Y el comportamiento de los partidos y movimientos políticos a nivel departamental o municipal, no obedece al comportamiento de los dirigentes a nivel nacional. de esta manera las coaliciones y alianzas son disímiles en todos los entes territoriales. La cohesión ideológica se pierde, la disciplina de partido queda reducida a las pocas disposiciones normativas de la Ley de Bancadas, porque con el voto de conciencia se permite la separación de congresista del bloque partidista.
En la capital de la República y en las grandes ciudades capitales de los departamentos la situación es más confusa. El voto de opinión prima sobre el voto de estructuras y maquinarias. Entonces ante la carencia de un candidato que arrastre opinión, las formaciones o fuerzas políticas se plegan y coaligan con el ganador en las encuestas, pactan porciones administrativas de los municipios y le dan un barniz programático. Estos movimientos de opinión, a veces populistas, no tienen durabilidad, se deshacen. Así se repite el ciclo cada cuatro años confundiendo al electorado que al final no se explica por qué sus partidos no tienen candidatos propios.
Los dos partidos tradicionales (liberal y conservador), de cara a las elecciones de octubre 2011 se verán abocados a concurrir en coaliciones para poder mantener algunas gobernaciones y alcaldías en todo el país. La disminución de sus fuerzas electorales así los compele. El largo abrazo del conservatismo durante ocho años con el uribismo lo ubicó en esa sombrilla gubernamental y política, ahora el Partido de la U seguirá siendo el aliado para competir electoralmente con otro bloque que, también se reproducirá departamentalmente: Liberales y cambio Radical.
El Partido Liberal excluido de la burocracia nacional durante esos ocho años (2002-2010), después del 7 de agosto 2010 se acercó al partido Cambio Radical, otro excluido (pero por menos tiempo), se encontraron dentro de a Unidad Nacional de Santos, para la segunda vuelta electoral, y han afinado simpatías dentro del trabajo legislativo de los últimos 4 meses para apoyar los proyectos vitales del Presidente Santos.
Esta por verse si los líderes regionales del Partido Liberal acatan las instrucciones del jefe del Partido Liberal, Rafael pardo, para que la coalición nacional funcione similar en todos los municipios, pero se percibe de más fácil reproducción que, las coaliciones entre el conservatismo y sus fracciones con el Partido de la U; pues seguramente se desgranará entre conservadores uribistas y conservadores santistas. Esta situación se notará más en la medida que avance el distanciamiento entre Uribe y santos, producto de los proyectos personales de ambos, de las políticas públicas y el trabajo legislativo hasta ahora visible (política exterior, ley de Tierras, reforma política…).
En esta ocasión el bipartidismo se trasmutará y recompondrá repartiéndose fragmentariamente las alcaldías y gobernaciones del país bajo estos ropajes, con personerías jurídicas que aparentan pluripartidismo pero son los miembros del bipartidismo reubicados. Se verá disminuido el Polo democrático por la división tan profunda y por e proceso de corrupción den la Alcaldía de Bogotá. El Partido Verde puede llegar al poder regional y local en algunos departamentos, pero no solo, sino en alianza con sectores sociales, con Cambio Radical, y el Partido Liberal.
El pluripartidismo aparecido en los últimos 19 años, en un 80% es una transmutación del bipartidismo amparándose en nuevos nombres con personerías jurídicas adquiridas (cambio Radical, Si Colombia, La U, Convergencia Ciudadana), Colombia Viva, Alas-Equipo Colombia, Colombia Democrática, ADN, PIN, etc.), un reacomodo del bipartidismo producto de las disidencias internas, de las aspiraciones personales, de las ambiciones regionales. El verdadero multipartidismo se ha visto actuante con la presencia de partidos como el Polo democrático (PD), el Partido verde, la ASI, el MIRA…
(*) Magíster en Ciencia Política, Universidad Javeriana.