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25 ene 2010

Terrorismo y partidos políticos.


Alberto Ramos G (*)


Hamas es un partido político palestino en el poder pero también es un grupo armado que antes de llegar al poder practicó el terrorismo, así mismo lo hizo Al Fatah con el liderazgo de Yasser Arafat; Hamas preside hoy una nación sin territorio autónomo que busca el reconocimiento como Estado; se enfrenta a Israel que acude al Terror de Estado mal denominado terrorismo de Estado para acallar y aplastar las reclamaciones de los palestinos; desde Israel toman decisiones apoyados en los partidos políticos Kadima y el Laborista, apoyados por los partidos Likud y Kach, utilizan la fuerza aérea, la marina y todo el aparato militar con el pretexto también de conservar el territorio, se agrega a la conflictiva situación el ingrediente electoral para el posicionamiento de los líderes de los partidos en acción. Al proceso electoral le agregan la intransigencia militar como asunto estatal. Campaña electoral para conservar el poder o ascender en él. La Ministra de Relaciones exteriores Tzipi Livni, del Partido Kadima, aspira al cargo de Primer Ministro de cara a las elecciones de febrero 2009 y compite con dos figuras políticas fuertes Netanyahu y Saúl Mofaz: la Señora Livni no sólo aspira a ganar sino a recomponer la imagen de su partido político afectada por los actos de corrupción bajo el Ministerio de Ehud Olmert.

Este uso de la fuerza extrema e ilegal desde los cánones del derecho Internacional público conlleva a los crímenes de guerra (y, peor, de guerra no anunciada) cometidos por un Estado que no es contenido por la comunidad internacional, ni juzgado oportunamente, so pretexto de ser un estado conformado y aliado de la potencia mundial. Entonces, las sanciones y admoniciones posteriores, por el tiempo corrido no evitan ni corrigen las masacres como ocurrió con los ataques al sur del Líbano en el 2006 contra Hizbollab, un partido político que también se inició en el terrorismo y cogobierna en ése país; o como ocurrió en Ruanda, país africano donde hace 14 años murieron más de 700.000 personas, la comunidad internacional, la ONU permanecieron “impotentes” y sólo se juzgó al presidente genocida en el 2008. Desde el Gobierno del Estado que ataca siempre hay un partido político detrás que, apoya las decisiones, los bombardeos y las masacres, y hasta la hecatombe, como en el caso de la Alemania Nazi. Desde el otro lado, los terroristas pertenecen a un partido político en gestación o recién llegados al poder, gobiernan o cogobiernan como en los casos de Al Fatah Hamas, los mártires de Al-Aqsa y Hizbollab.

La ONU aún no ha encontrado el sendero para su necesaria reforma, pese a todos los diagnósticos y evaluaciones, falta la decisión real para afrontar los cambios que modernicen a la sociedad de naciones a fin de premunirse de los instrumentos necesarios que le permitan ser el eje de las relaciones internacionales y garante del equilibrio planetario. Más que pactos militares por bloques para la defensa común (OTAN o el Pacto de Varsovia), se necesita una fuerza multinacional de despliegue rápido, no una fuerza de permanente emplazamiento o acuartelamiento, sino de conformación y movilización expedita para evitar genocidios y la práctica del Terror de Estado que afecta al mundo multipolar en formación, única forma de garantizar la paz mundial.

En los días previos a marzo 2003, la posición asumida por Francia y Alemania contra la invasión a Irak, sirvió para redescubrir la autonomía europea frente a la hegemonía norteamericana, pero la colaboración de España e Inglaterra enturbiaron el recobro de esa autonomía como semilla de la independencia y libre determinación que debe ostentar la Unión Europea para que el multilateralismo funcione en el seno de la ONU.

El mundo multipolar debe evitar con premura esos genocidios tan visibles, la ONU no puede seguir permaneciendo impasible o actuando tardíamente, como está sucediendo en la franja de Gaza. Un problema que nació con una decisión de la misma ONU en la época de la bipolaridad(1948),que no ha hecho cumplir la Resolución 242 de 1967, y debe ser resuelto por la ONU en la multipolaridad si pretende reestrenarse en un mundo plural, pero la multipolaridad no ha empezado, Barack Obama recibe un Estado que preside la Unipolaridad, y tiene por fuera de la crisis financiera norteamericana dos asuntos vitales para estrenarse como presidente:1) el terror de Estado israelí con una guerra de aplastamiento en Gaza que, puede generar la reacción del Presidente Ahmadineyad en un Irán como Estado-nuclear, y 2) la reinserción de Cuba al mercado americano, levantando el bloqueo económico. Dos asuntos o tópicos de política exterior que denotarían sus pasos hacia un mundo multipolar para disminuir el unilateralismo que estigmatiza a los EEUU hoy.

(*) Magíster en Ciencia Política, egresado de la Universidad Javeriana.