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4 dic 2025

La soberanía popular burlada y la Democracia deformada.

Escuche aquí esta columna…

Texto de Alberto Ramos Garbiras. (*)

La soberanía popular fue la fórmula que los teóricos concibieron para superar el feudalismo medioeval, acabar o diezmar con las monarquías absolutas que, se sostenían con la teoría de la soberanía absoluta (todo lo determinaba el Rey), la soberanía popular se concretó con la voluntad general, y de ambas resultó el poder constituyente. Ha escrito de manera reiterada el investigador Marshall Barberán, que el pueblo conserva la soberanía y en cualquier momento puede suspender el derecho y ejercer el poder constituyente, este poder no puede ser, ni llega a esa calificación de poder constituido.

 El estado constitucional es ejercido por los poderes constituidos que el pueblo aprobó y generó al elegir una Asamblea Constituyente para crear un Estado o para modificarlo. Ya edificado el Estado moderno con repúblicas y estas envueltas en las democracias o nuevos sistemas de funcionamiento de los Estados, las instituciones diseñadas y todo el derecho expedido operarían bajo el Estado constitucional, es decir la Constitución con sus normas rectoras determina como contener el derecho para evitar los desvíos del sistema político.

¿La soberanía puede ser limitada? La soberanía del Rey absoluto fue cuestionada y luego se le limitó ese largo período que sostuvieron desde 1519 hasta 1789. Jean Bodin y otros señalaron como límite, el derecho natural. Con la soberanía absoluta pretendieron y lo hicieron, justificar para impedir más guerras dispersas y sofrenar las guerras religiosas, y cohesionar territorios, reuniendo los pequeños reinos dispersos en toda Europa. Desde la revolución francesa, los derechos humanos se han mostrado como una limitación a la soberanía estatal en estos 235 años. Desde una óptica internacional también los derechos humanos ampliados en la Declaración Universal de 1948, incorporados en constituciones y Tratados entre los Estados, en cumbres internacionales, y en tribunales internacionales, los derechos humanos como patrimonio de la humanidad se consideran la barrera a los excesos de la soberanía de Estados poderosos o hegemónicos sobre otros países para penetrarlos, cercenarlos, y extenderse la geopolítica. Pero siguen violándose esos derechos humanos con abusos internos de gobernantes y con las intervenciones extranjeras anexionistas.

 Algunos analistas han llegado a decir que el poder constituyente del pueblo no es compatible con el principio de la supremacía constitucional (artículo 4 de la Constitución), pero este fue concebido para contener y no dejar desbordar las normas infraconstitucionales, no para impedir la existencia del carácter fundante del poder constituyente; de allí la importancia de la existencia de la Corte Constitucional que, tampoco puede impedir que el poder constituyente se vuelva a expresar, como lo ha hecho el Congreso en Colombia.

El pueblo crea el Estado solo en estos últimos 235 años, y delega la administración de ese Estado compuesto de instituciones, creándolas como poderes constituidos, concebidos en una Asamblea Constituyente elegida. El pueblo luego permanece como observador y activista para el control de ese Estado, con veedurías y comunicaciones a los entes de vigilancia que no son parte de las tres ramas del poder (pero han resultado inútiles las personerías municipales, las sucesivas procuradurías generales y las contralorías en lo nacional y territorial). El pueblo entonces busca también activar e impulsar los mecanismos de participación, porque con ellos podría ejercer algunos controles sobre el gran aparato del Estado. Pero los ve sin eficacia porque las leyes regulatorias los dificultan, los hacen inanes, inservibles, ineficaces; y el Congreso los tamiza, dificulta, e impide; así el poder constituyente no puede actuar, y sigue forzosamente de espectador, mientras destazan al Estado y se lo apropian por porciones, la oligarquía y sus soportes incrustados en los partidos políticos.

La soberanía constituyente concebida y teorizada por Emmanuel Sieyés, permitió el perfeccionamiento del Estado moderno para que todos los poderes constituidos que lo configuran, funcionen u operen de manera gradual y subordinados a la Constitución, y no se desborden. Dos poderes constituidos para que marche la Democracia son :A). el sistema electoral con la Registraduría Nacional del Estado Civil, y B). La Corte Constitucional.

Las elecciones transparentes respetarían la soberanía popular y la voluntad general. La historia de Colombia está plagada de fraudes electorales, manipulaciones, desviaciones, robo de elecciones y que han generado formas de violencia, guerras civiles, y permiten el sostenimiento de las élites que acaparan y se transmutan con el direccionamiento del Estado, de gobierno tras otro gobierno, hacia intereses de permanencia y exclusiones. En Colombia la Corte Constitucional solo empezó a funcionar en forma desde 1992, teniendo 18 años de aceptable desempeño con las dos primeras cortes de magistrados: Íntegros, intelectualmente bien formados y capacitados en sus carreras judiciales y en la cátedra. Los otros 16 años transcurridos ese alto tribunal se ha debilitado, politizado por la llegada de algunos magistrados sin profundidad conceptual, sin combinar las formas de interpretación del derecho, ni la principalistica, ni la historia constitucional internacional, ni la nacional, ni la jurisprudencia anterior, otros venales, corruptos, que medran y solicitan intercambio de favores para ubicar parientes y amigos; no cumplen con la tarea de ser guardianes de la Constitución,, menos del derecho infra, o sea el derecho interno que compone el Estado de derecho y tampoco el estado social de derecho. Aquí está la clave para comenzar a enderezar la Democracia, reformando estos dos poderes constituidos en una Constituyente.

Hay que diferenciar el pueblo que participa (el electorado que acude a las urnas) y ejerce la soberanía popular y la voluntad general, y la otra parte del pueblo que se abstiene (los no votantes); y de otra parte del pueblo que ha ingresado a trabajar en los diferentes aparatos del Estado, como funcionarios de alcaldías, gobernaciones, institutos, ministerios y cientos de entidades dispersas en el territorio nacional; su ingreso ha sido promovido por jefes de los partidos políticos o de las fracciones de estos, o apoyados por contratistas, políticos de carrera o cercanos a las élites regionales y locales. Allí se dan las confusiones y se facilita la maleabilidad del pueblo instrumentalizado. La soberanía popular en la práctica queda reducida y ejercida por una parte del pueblo.

Otra cosa es cuando gana las elecciones un partido político nuevo, un movimiento social con amplia coalición, ascendiendo al poder para general otra tipo de gobierno con ideologías renovadas, distinto al poder tradicional de la oligarquía con sus adláteres y entramado de poderes económicos sobre las tierras, los bancos, el comercio, la industria, las empresas, etc., que han cooptado y manejado el Estado por décadas (desde 1832 hasta el Siglo XXI);  creando una oposición cerrera, deformando los hechos y alterando la Democracia. Oposición con violencia política agenciada para dividir o asustar; con guerras civiles u otras formas de violencia; con mentiras y distorsiones para deformar la Democracia. Y mantienen los poderes ocultos para obstaculizar a los disidentes que ganan poderes locales, o a un gobierno progresista que aparezcan en el escenario político.

Cuando el Congreso, que es un poder constituido por el mismo pueblo, sobre la marcha o a través de diferentes gobiernos, tapona al pueblo para que no ejerza el poder constituyente expidiendo una nueva Constitución al elegir una Asamblea Constituyente, el pueblo busca como volver a actuar para cambiar la situación de anormalidad por las deformaciones de la misma Constitución con actos legislativos sucesivos o micro reformas a la Constitución (artículo 374 de la Constitución) o por los obstáculos para ejercer control con los mecanicismos de participación que no prosperan cuando se trata de activarlos (artículo 103 de la Constitución). En Colombia desde 1991 no se ha registrado otra Asamblea Constituyente por los candados que tiene el artículo 376 de la Constitución, y por lo enmarañado que se torna ejercer el poder constituyente en las urnas para revocar un mandato de Alcalde o Gobernador inepto, o avanzar con los otros mecanismos por las exigencias de las leyes 134 de 1994 y 1757 del año 2015.

 El pueblo ante el taponamiento de su poder fundante y trasformador del Estado, se reagrupa y puede producir un estallido social, revueltas, rebeliones, guerras civiles, revoluciones; o lo puede desplegar manifestaciones masivas, cabildos abiertos, paros, acampamientos, movilizaciones callejeras, manifestaciones públicas como derecho humano (artículo 37 de la Constitución), etc.

 Así como existen los llamados estados de excepción (artículos 212, 213, 214 y 215 de la Constitución) para resolver el gobierno central crisis o hechos extra normales; así mismo, de facto por la anormalidad por un taponamiento del poder de pueblo, se puede concebir un estado de excepción supra constitucional, autoconvocándose el pueblo para organizar una Asamblea Popular Soberana, reunidos los movimientos sociales que reclaman las exigencias en manifestaciones pacíficas, invocando una Asamblea Constituyente, y el Presidente de la República por decreto de emergencia social (artículo 215) reconocerlos para que seleccionen los componentes de una asamblea Constituyente.

La parte del pueblo que se integra a trabajar dentro del Estado, no son ellos un poder constituido, es la institución dentro de la administración donde trabajan, el poder constituido por la Asamblea Constituyente que expidió la Constitución. Pero como funcionarios de cada una de las instituciones el pueblo está expuesto a ser absorbido o incorporado a los partidos políticos, por las ayudas que recibieron para ingresar o mantenerse en el cargo, expuesto a ser conducido electoralmente a las élites, directivos y clanes de los partidos que practican el clientelismo para dominar a la población.

Bibliografía.

Marshall Barberán Pablo. “La soberanía popular como fundamento del orden estatal y como principio constitucional”. Ensayo publicado por la Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, año 2010.

 Sieyés Joseph Emmanuel. “Que es el tercer Estado” Ensayo sobre los privilegios. Libro publicado por Oikos-Tau. Teoría del Estado. Barcelona (España) 1989.

(*) Magister en Ciencia Política (Universidad Javeriana) …

 

 

 

 

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1 ago 2025

La soberanía Estatal.

Texto de Alberto Ramos Garbiras. (*)

Es el ABC en las cátedras del derecho constitucional relacionarle a los alumnos cuales son los componentes del Estado. Escritores y profesores se repiten uno tras otro que, los presupuestos o componentes para que exista el Estado tiene necesariamente los siguientes aspectos: 1, el territorio, 2, la población,3, las instituciones y 4, la soberanía.

La soberanía es un constructo teórico para darle cuerpo al Estado, acción y relacionamiento desde adentro y hacia afuera. Dinamiza y mueve gradualmente el aparato del Estado con las políticas públicas y los programas de gobierno en marcha durante cada periodo presidencial. La soberanía Estatal nació antes que la soberanía popular, se creó para colocarle fin a una guerra de treinta años, y nació con la PAZ de Westfalia (1648), aunando la paz de Osnabruck y la paz en Munster, coincidente con la terminación de gran conflicto de España respecto a los países bajos que duró 80 años; en ese momento germinó el derecho internacional.

 “La soberanía sigue siendo un concepto en movimiento. Si la soberanía desapareciera, el derecho internacional en su sentido lógico y en gran parte de su especificidad histórica, se esfumaría con ella. La soberanía tiene una imbricación inherente a la gobernanza, el intervencionismo y la globalización. Las bases materiales, el sustrato de la soberanía es la sociedad internacional y su desempeño en ella; las bases formales de la soberanía en el orden interno de cada país es hacer que funcione el orden constitucional y su derecho infraconstitucional (leyes y demás normas). Ciertamente los cambios que están afectando a la sociedad internacional y a su derecho, provocan requerimientos relacionados de forma directa con la soberanía. Demandas sobre el irrespeto de los derechos humanos y la ecología cobran una importancia innegable, y la soberanía desempeña un gran rol. La sociedad internacional contemporánea, hoy acometida por dos grandes fuerzas históricas: el nacionalismo y la globalización. (Bravo Boric, 2013).

La soberanía Estatal dota a los Estados de personalidad jurídica en el plano internacional, les da cuerpo, configura su existencia dentro del conjunto de las naciones. Sin la soberanía Estatal las naciones (el pueblo y los demás componentes), quedarían en vilo, sin reconocimiento, truncos. Miremos la situación de Palestina, y concentrémonos en la parte de Gaza. Tardíamente hoy, se está discutiendo la propuesta de Emmanuel Macrom (Francia), de reconocer a Palestina como un Estado para ser efectivos en el seno de la ONU y frenar el genocidio de un autócrata y su élite sionista en esta guerra de exterminio. Ya se sumaron otros Estados a ese reconocimiento. Sin la soberanía el Estado no funciona y queda al garete.

Hoy al quedar abatido el derecho internacional por el desorden mundial y el abuso de autócratas que deformaron las democracias, la afectación a la soberanía de los Estados, las relaciones internacionales, el caos impera al ingresar vía la exhibición de las armas nucleares, y devolvernos al derecho pre-parlamentario medieval, o al poder brutal de las tiranías esclavistas, al uso de las armas de los más poderosos sin considerar el funcionamiento del derecho.

La crisis de la soberanía estatal se debe a la globalización neoliberal sostenida con imposiciones de la banca mundial y el cruce de negocios entre gobiernos autócratas, después de la pandemia con mayor énfasis, y a los procesos de desintegración continental o su inoperancia; en el ámbito interno la soberanía estatal le da coherencia al poder ejecutivo presidencial para no dejar desintegrar el Estado. Existe una puja voraz de las derechas perdedoras del poder para desprestigiar a las izquierdas, conllevan a la polarización y al deterioro de la Democracia que es utilizada con maniobras para impedir el ejercicio efectivo de la soberanía popular.

 El poder político está por encima de cualquier poder social. El poder político se materializa sobre el territorio por el monopolio de la fuerza que orienta la rama ejecutiva. Hoy la parte efectiva de a soberanía se da en el ámbito de lo económico por la expansión del neoliberalismo que favorece a las Corporaciones Económicas. (Stévez Araujo, 2006)

La soberanía Estatal se hizo posible por la aparición del derecho internacional; así como la soberanía popular se logró por la evolución del derecho medieval, el desprestigio de las monarquías absolutas, la eclosión de la razón sobre el oscurantismo religioso, el pensamiento contractualista, la corriente de la ilustración con pensadores progresistas para esa época y la adopción de cartas constitucionales para crear nuevos Estados con la positivación del derecho, el derecho escrito surgido de la voluntad popular y no de parlamentos entregados a lanzarle incienso a los reyes, sin convocar al pueblo como estamento mayoritario, el tercer Estado.

La soberanía popular al reemplazar a la soberanía absoluta de las grandes monarquías medioevales basadas en la fuerza de los gigantescos ejércitos, justificándola  para resolver las guerras religiosas; se inició el cambio mental gracias la teorización de Rousseau y luego Sieyés(apoyado por Condorcet),  impulsores de la Asamblea Nacional, con tres estamentos(solo la Nobleza y el clero tomaban las decisiones), la soberanía popular quedó como la mayor fuente del poder, para fundar Estados, constitucionalizando el derecho y colocando los linderos que se requieren para el funcionamiento del Estado, con las diferentes Ramas del poder público.

Voy a acudir a un símil para calcular la importancia de la soberanía Estatal, este componente es a los Estados como la autonomía personal lo es a los seres humanaos. Sin autonomía individual la persona no decide, es manipulable o queda a expensas de los más aventajados en mañas, manipuladores que envilecen a las personas. La autonomía personal tiene límites como los demás derechos humanos; la soberanía Estatal también tiene límites tanto dentro del marco de sus fronteras nacionales, como en el exterior al desplegar las relaciones internacionales.

 El riesgo de la distorsión de las democracias y repúblicas se da por la apropiación de partes del Estado, labor de la oligarquía que instrumentaliza a la clase política que se mueven con sus partidos políticos, parcelándolo para si, por ello trancan las reformas sociales y las formas de expresión popular, dejando sin valor y arraigo el valor de la soberanía popular. Esta soberanía fundante nacida en el nuevo lenguaje que impulsó la Revolución Francesa se basó en el constitucionalismo republicano que desmontó el derecho de la realeza, con el tránsito de un constitucionalismo monárquico (septiembre de 1789/ enero 1793) irrespetado por el Rey Luís XVI, lo cual le costó el trono y lo llevó a la decapitación. La soberanía popular delega el poder en los elegidos con poderes constituidos para que accionen el Estado, para administrar y gobernar. Por eso dentro de la Repúblicas, y más dentro de los sistemas presidencialistas, el presidente es el mayor depositario de la soberanía popular como el poder constituido más visible que, se traduce y convierte con la realidad para relacionarse con los electores y con los países del mundo, ejerciendo la soberanía Estatal.

CITAS.

Bravo Boric Ivan.  “La soberanía Estatal en el actual contexto internacional. Revisión de su significado. Universidad Autónoma de Madrid, www.dialnet.unorojaa.es , año 2013

Stévez Araujo José. CRISIS DE LA SOBERANÍA ESTATAL Y CONSTITUCIÓN MULTINIVEL. Ensayo del catedrático de filosofía del derecho, en la universidad de Barcelona-España, www.dialnet.unorojaa.es, año 2006.

(*) El autor de esta columna de opinión realizó la especialización en derecho constitucional, Universidad Libre, seccional Cali; magister en ciencia política, de la Universidad Javeriana; PhD en política latinoamericana, Universidad Nacional (UNED), de Madrid-España; estudios de actualización en ciencia política, Universidad Complutense de Madrid (2013, 2017,2019 y 2025).

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12 may 2025

Tensión nuclear, diplomacia nuclear y amenaza nuclear.

Texto de Alberto Ramos Garbiras.

Para acudir a algunos aspectos comparativos, hace varios años escribí dos columnas para el Diario Occidente donde narraba los efectos de la guerra de invasión que los EEUU llevó a cabo en Irak, desacatando las evaluaciones que los inspectores de la ONU en materia nuclear habían entregado. Pero los interesas por el petróleo de Busch y Cheney, se aplicaron desobedeciendo las conclusiones que afirmaban la inexistencia de armas nucleares en manos de Hussein.

Así como sucedió después de la primera y segunda guerra mundial, ante la hecatombe y desarreglo de las relaciones internacionales, los juristas se vieron compelidos a diseñar nuevas instituciones para recomponer el orden mundial y mejorar la relación entre los Estados; hoy tenemos que después de la invasión a Irak, a espaldas del derecho internacional  público vigente; los países miembros de la ONU se vieron instados a reordenar las instituciones multinacionales para evitar el desorden mundial, en medio de una guerra internacional protagonizada entre el terror de estado de la potencia hegemónica y el terrorismo globalizado de grupos coaligados.

Noam Chomsky dijo que “una de las consecuencias de la guerra contra el terrorismo es la resurrección de la guerra fría, con más participantes que nunca en el club nuclear. También se han ampliado los escenarios factibles de estallar en diferentes partes del globo”. Ante la unificación del planeta tierra por la globalización de la economía, la ONU como organismo multinacional compuesto de países  grandes y chicos, se desfasó para proporcionar un gobierno mundial. Los temas prioritarios de atención tocan a varios países: el terrorismo, el calentamiento atmosférico (efecto invernadero), el narcotráfico, la pobreza, el hambre, el desempleo y las migraciones por falta de oportunidades, más los refugiados por el efecto de las guerras de exterminio y otras causas,  y la ONU se queda corta para solucionarlos. Como lo expuso Emilio Lamo de Espinoza, “el gran reto del siglo XXI es generar una arquitectura política nueva que permita la gobernabilidad de la humanidad finalmente existente como tal, como unidad”. De esta manera nos encontramos ante un déficit de gobernabilidad mundial hoy desmoronada por las autocracias y el despojo de tierras en guerras de invasión.

La guerra de invasión Rusa vs Ucrania es desigual, asincrónica y pletórica de mentiras, desinformación para cubrir las falencias del uno y del otro. El armamento ucraniano es infinitamente inferior al de Rusia, y sin armas nucleares desde el desastre de Chernóbil y la suspensión de las otras centrales nucleares por los acuerdos de Minsk. Putin dentro de la amenaza nuclear ha escalado el lenguaje para asustar y mantener inmóvil a la OTAN, buscando neutralizar las ayudas que podrían entregarle  a Ucrania. La ocupación que Ucrania realizó en el territorio de Kursk, hizo pensar que podría ser la oportunidad de Zelenski para entrar a solicitar ayudas inmediatas en la Unión Europea (UE), creyendo se animarían a sostener la avanzada ucraniana en territorio ruso y así evitar la continuidad del peligro para la UE, pues de ganar Putín esta guerra quedaría abierta la puerta para más intervenciones de ocupación; pero el territorio tomado se fue perdiendo otra vez ante el refuerzo recibido por Rusia o la Federación, de tropas coreanas , como ejército de ayuda que a su vez era la demostración de un apoyo de otro Estado nuclear. La tenencia de estas armas disuade, asusta y doblega a las mismas tropas que se  encuentran en los frentes de batalla, por la contundencia del fuego demoledor que ello implica, en casos de contraataque.

Con la prueba nuclear realizada por Corea en octubre del año 2006 en la jurisdicción de Punggye-ri, ejecutando una detonación subterránea, complementó las demostraciones misilisticas que había llevado a cabo en julio 2006, se entendió la clara intención de notificar abiertamente a los EEUU de la disposición y uso del armamento nuclear; así quedó abierta una nueva página de la diplomacia atómica que se debe desplegar para evitar una catástrofe de consecuencias inconmensurables. Los misiles y las armas de destrucción masiva que no tenía Irak, si las tiene Corea del Norte. Desde el año 2002, el régimen de Kim-Jong-Il había expulsado a los inspectores de la OIEA organismo de la ONU, y desde comienzos del 2003 anunciaron el retiro del Tratado de no Proliferación Nuclear.

La península coreana ya fue objeto de una invasión y una guerra prolongada, en los cálculos de Kim-Jon- Un, deben estar los ataques preventivos copiando la política exterior norteamericana, y exhibirse armado hasta los dientes para no ser invadido. Los ánimos están alterados sobre todo en Japón y Corea del sur, los territorios que podrían sufrir las primeras respuestas, no solo por ser vecinos sino aliados del enemigo principal y lugar de emplazamiento de las bases de contraataque.

Trump ofreció solucionar la guerra en Ucrania en menos de tres días, en plena campaña electoral para su reelección. Claro que era una añagaza para obtener votos, una mentira fuera de contexto. El tema si lo ha tratado dialogando con Putín, no aborda el asunto de Crimea, e inclusive zahiriendo a Zelenski solicitándole que cedan las tierras a la Federación Rusa tomadas militarmente con mercenarios, ejecutando voladura de infraestructuras utilizando drones y armas de gran efecto destructivo, apoyado por los coreanos y usando una guerra sucia de exterminio en poblados. Rusia insiste en proseguir, aunque ha perdido más de 150.000 soldados en esta guerra de desgaste y contumacia. Desde Kiev no conciben entregar tierras ni admitir despedazar el país. La paz ahora más que antes es urgente que se logre para evitar una conflagración mayor que tocaría gran parte de Europa. Putin no quiere La Paz, Zelenski la volvió a colocar sobre la mesa citando una reunión en Turquía para demostrar que no hay voluntad, si Rusia no asiste. Desde Kiev solo acceden a un pedido de Trump, permitirían como pago por las ayudas norteamericanas que los minerales sean explotados por los EEUU para “recuperar” la inversión de dineros durante el mandato de Joe Biden.

Básicamente, el plan inmediato de Trump es congelar el conflicto entre Rusia y Ucrania y establecer una zona de amortiguación de 800 millas a lo largo de la línea de frente existente - Margus Tsahkna, el ministro de Relaciones Exteriores de Estonia, ya ha ofrecido "botas en el terreno". Se prevén contingentes bálticos, polacos, británicos, holandeses y nórdicos. Tenga en cuenta, sin embargo, que los mantenedores de la paz se convierten fácilmente en pacificadores: es decir, combatientes activos. Con los combates terminados, seguirán las negociaciones. Trump, nos dicen, insiste en que Ucrania tendrá que ceder Crimea a Rusia y, por lo tanto, permitirle el libre acceso a las cálidas aguas del Mediterráneo. Además de ese pedazo de bienes raíces en particular, el acuerdo bien podría obligar a Ucrania a conceder la totalidad o parte del Donbás. Eso o dar a los dos oblasts el estatus de autonomía dentro de Ucrania. Zaporizhzhia y Kherson también podrían ser cedidos, divididos o, concebiblemente, intercambiados a cambio del enclave de Kursk. También se habla de que Trump bloqueará la adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN, otra concesión estratégica a Rusia”. (Conrad, 2024)

Una prueba irrefutable sobre la decisión de Putin para tomarse a Ucrania e incorporarla a la Federación Rusa, absorbiéndose todo el territorio en los mal calculados 3 días iniciales, está en la propuesta que Biden hizo de permitir a los inspectores de la ONU que visitaran las instalaciones militares que EEUU tiene en Polonia y Rumania, donde se ha afirmado existe un emplazamiento de misiles tomahawks, a cambio de que Putin dejara inspeccionar las instalaciones de Kaliningrado. No respondió e inició la invasión a finales de febrero del año 2022.

El analista Ilya Matveev,  que publica gran parte de sus trabajos en South Atlantic Quarterly, Journal, afirmó, “A medida que transcurrió 2024, Alemania ha acordado albergar tres tipos de misiles en su territorio, incluidos los infames Tomahawks y el nuevo "Águila oscura" supersónico, que tiene un alcance de 3.000 km, llegando a todas las regiones de Rusia central. Además, Francia, Italia, Finlandia, los Países Bajos, Dinamarca y Polonia están desarrollando sus propios misiles de rango medio o comprando misiles estadounidenses”.

Como consecuencia de esta invasión Europa se está rearmando al sentir la inferioridad militar de la OTAN; Suecia y Finlandia ingresaron plenamente a esa organización militar paneuropea; el despliegue de tropas es inocultable, las reuniones de la UE sobre seguridad y defensa han crecido, los presupuestos militares en cada país de la UE se han reforzado, es decir una situación de alarma cunde en medio de esta zozobra.

Claudia Cabaleiro, periodista adscrita a INFOBAE expone que, “según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), Rusia posee 5.977 ojivas nucleares, la cifra más alta del mundo, aunque unas 1.500 son ojivas retiradas a la espera de ser desmanteladas. Unas 1.588 están desplegadas, lo que significa que han sido colocadas en misiles o se encuentran en bases con fuerzas operativas”.

Otra información nos dice que, Rusia posee 5.580 ojivas nucleares de esta manera amenaza, disuade y advierte para frenar acciones de la OTAN contra lo que hace en Ucrania prolongando esta invasión con tácticas de aplastamiento. Estados Unidos posee su propio arsenal de 5.044 ojivas nucleares y un presupuesto militar que supera el de sus aliados y rivales. De otro lado, Gran Bretaña tiene 225 ojivas nucleares y Francia 290 ojivas nucleares, Además, Rusia aliada de China que dispone de 500 ojivas nucleares; e Israel tiene entre 90 y 400 ojivas nucleares. Así se puede observar claramente la inferioridad de la OTAN como organismo de defensa múltiple para Europa, es inferior e insuficiente, y lo más angustioso para ellos es la conducta de Trump aislándose del aliado atlantista y dejándose llevar por las carantoñas y diplomacia falseada de Putin. La OTAN sin los EEUU no vale nada, es una simple mascarada, empaque de fuerza multinacional, pero sin poder atómico para enfrentar las arremetidas de los adversarios en esta etapa de “guerra inminente” a gran escala.

Citas:

Conrad Jack. “Algunas notas sobre la guerra de Ucrania”. Columna de opinión publicada en la revista Sin Permiso (SP) de Cataluña, España. www.sinpermiso.info, noviembre 29 del año 2024.

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17 abr 2025

Gaitán, luchó contra los entrampamientos.

 Texto de  Alberto Ramos Garbiras (*)

El 9 de abril se cumplieron 77 años del vil acto criminal contra Jorge Eliecer Gaitán, líder popular colombiano que luchó para cambiar las costumbres políticas en Colombia que, el país hasta el 9 de abril de 1948 continuaba sin encontrar un rumbo para conducir la Democracia hacia practicas sanas de funcionamiento institucional. El siglo XIX había sido tortuoso desde el nacimiento constitucional del Estado (1821) hasta el fin de la guerra civil de los mil días (1903), pues 8 guerras civiles y más de 35 guerras locales habían ensangrentado al territorio nacional; y los intentos de orden territorial (Centralismo o Federalismo) fueron uno de los objetivos de las disputas bipartidistas,  que protagonizó la oligarquía renovada con actores consanguíneos o entroncadas con élites de poder  sucesivas buscando acrecer y afianzar los poderes regionales logrados desde gobiernos anteriores en provincias, cantones, parroquias y municipios.

Los otros objetivos o factores de esas guerras civiles fueron: No dejar liberar a los esclavos; continuar los caudillos agrarios con los beneficios que traían  desde la Colonia como criollos acomodados; imponer la religión católica sobre los otros cultos; impedir el reparto de la tierra, afianzar el poder regional de los supremos caciques y líderes agrarios; invocar la soberanía de las regiones para manejar zonas enteras con intereses económicos y de clase o castas; concentrar el poder de manera unipersonal apoyados en un bipartidismo nuevo con el Partido Nacional en La Regeneración Nuñista para manejar la contratación nacional bloqueando las autonomía que enarbolaba el federalismo desde el Olimpo Radical. El siglo XX en Colombia arrastró los vicios de ese bipartidismo amorfo y surgió El Republicanismo (1904-1930), una fusión de liberales y conservadores como zaga de La Regeneración (1886-1903), es decir otra etapa de conservatización de los dos partidos políticos, con los gobiernos de Rafael Reyes, Ramón González Valencia, Carlos E Restrepo, José Vicente Concha, Marco Fidel Suarez, Jorge Holguín Mallarino, Pedro Nel Ospina y Miguel Abadía Méndez, todos se desempeñaron desde 1904 hasta 1930. Sumadas las dos etapas de esta conservatización son 44 años de hegemonía conservadora porque en ese trasegar Rafael Núñez se comportó como un conservador a la par que todo lo fraguaba con Miguel Antonio Caro, el más derechista, deshonesto y manipulador de todo el mosaico de presidentes de este período.

Gaitán nació en 1898 y desde los 14 años se impactó al escuchar a Rafael Uribe Uribe, el intelectual, abogado y liberal radical que hablaba del socialismo de Estado, participó en tres guerras civiles para defender las ideas liberales, atacar el proyecto de Núñez como traidor de su partido, impedir el desplome de la Constitución de Rionegro y reclamar el respeto por el derecho a la participación, la reforma laboral y la flexibilización en la tenencia de la tierra, entre otras proclamas. El padre de Gaitán era un liberal radical supérstite, librero de oficio y lector infatigable; le transmitió a su hijo la pasión por la lectura y le facilitó las búsquedas de buenos autores para su formación. Gaitán estudio derecho en la Universidad Nacional y se especializó la parte penal estudiando en Roma orientado por un socialista de prestigio como Enrico Ferri.

 En 1930 ganó las elecciones Enrique Olaya Herrera, un liberal boyacense, ex ministro de dos gobiernos conservadores, que representó a su partido dejando la Cancillería, para enfrentar las elecciones ante los conservadores Vásquez Cobo y Guillermo Valencia, seleccionados o nominados por los párrocos de muchos municipios, pero no logaron ponerse de acuerdo en un solo nombre. Después de 44 años de hegemonía conservadora surgió lo que luego denominarían La República Liberal (1930-1946), 16 años con cuatro presidentes liberales: Olaya Herrera, López Pumarejo, Eduardo Santos y Lleras Camargo. La actividad política de Gaitán podemos enfocarla desde 1924. Se destacó como orador durante el debate sobre la masacre de las bananeras (1828) y allí dejó ver su profunda pasión por las causas populares la cual creció en la medida que se adentró en campañas políticas y correrías en varias partes del país; desde la Cámara de Representantes ya había demostrado capacidad legislativa y conocimiento de la problemática del país. Como Alcalde de Bogotá, dejó su impronta para defender los derechos sociales, inclusive en exceso pues fue objeto de burlas y sorna por las medidas tomadas (desayunos escolares, alimentos para los indigentes, calzado para los pobres, prohibir los avisos de los almacenes y tiendas en inglés, uniformar a los choferes…), para ordenar la vida urbana en Bogotá, o como Ministro de Trabajo demostró su versatilidad para avanzar n otros espacios y materias del derecho

Según Antonio García Nossa, amigo y asesor durante los últimos 5 años de su vida truncada a los 50, los objetivos de Gaitán, entre otros aspectos, fueron 5 los básicos. 1). Modificar el Estado de casta ensamblado por oligarquía, 2). Establecer un control estatal sobre la economía de competencia, 3). Implementar un criterio socialista para la distribución del ingreso, 4). Eliminación de los privilegios de clase dentro de los partidos políticos, 5).Aplicación multidimensional de la Democracia para obtener una democracia económica, democracia política y democracia social. Gaitán no pretendió introducir abruptamente el socialismo como sistema imperante, buscaba gradualmente cambios sociales, un estado de justicia, de derecho y de servicios, que organizara las bases y educara ideológicamente para un nuevo sistema de vida. Clamaba por trabajos justos y contra la miseria. Sobre la salud Gaitán requería mayor atención a las enfermedades, la maternidad y la vejez. Su aspiración era popular, nacionalista y democrática. (García Nossa, 1954).

Gaitán, fue admirador de Manual Murillo Toro, quien desempeñó la presidencia 2 veces en el siglo XIX y concibió una reforma agraria que hiciera justicia con los desposeídos de la tierra, desconocidos por hacendados y terratenientes que habían acaparado los mejores predios desde que Colombia se independizó de los españoles. Gaitán, también exponía la necesidad de una reforma agraria para utilizar mejor el campo y abrir sitios de trabajo. Al mismo tiempo explicaba la necesidad de impulsar la industrialización de Colombia porque de no ser así las ciudades no tendrían como recepcionar a los migrantes internos y el repoblamiento de la ciudad, grandes no encontrarían los productos agrícolas suficientes para ofrecerle al flujo de habitantes.

Jorge Eliécer Gaitán, criticaba a la oligarquía concibiéndola como una casta de la burguesía que se dedicaba a medrar alrededor del poder político, los veía como la perpetuación de una dirigencia que se reproducía familiarmente o colateralmente por la identidad con los intereses económicos que portaban, y siempre habían influido en todos los gobiernos. No hacía diferencia entre las élites liberales y conservadoras que dirigían el país, hablaba de la oligarquía liberal-conservadora y el pueblo en otro lado utilizado por ellos. Esa oligarquía, por su origen humilde, lo trataba de negro o de indio, o como un desclasado que había ascendido y escalado por su volcánica voz de agitador de masas.

El trasegar político de Gaitán se produce inicialmente en los últimos dos gobiernos de la hegemonía conservadora (1924-1930), continua durante los gobiernos liberales(1930-1946), y los dos últimos años como Jefe nacional del partido liberal. En 1933 fundó un movimiento político llamado UNIR, el cual desmanteló en 1935, para reingresar al liberalismo. Ese movimiento habría sido oportuno cuando atraía al pueblo liberal y conservador,  llenaba plazas y la gente estaba enardecida por el exterminio de los líderes gaitanistas en los municipios.

 En estos períodos o tiempos señalados sufrió varios entrampamientos para no dejarlo ascender o para que se equivocará, o para impedir su brillantez que opacaba a los tres mandatarios principales de menor perfil ante las bases del partido liberal. Por eso se unieron López Pumarejo, Eduardo Santos y Alberto Lleras, para impedir su candidatura única en 1946, dividieron al partido liberal con la candidatura de Turbay Avinader. Le tendieron la trampa y en efecto el liberalismo volvió a perder la presidencia como había ocurrido en los 44 años anteriores. Ante el crecimiento electoral de Gaitán, se convirtió en una amenaza para la oligarquía que ya estaba otra vez en el poder (porque lo estaban con azules o con rojos), habiendo elegido a Mariano Ospina Pérez, y se desató una ola de asesinatos para extinguir a los líderes gaitanistas, 15.000 asesinatos en ciudades y campos de Colombia, un entrampamiento al elegirlo Jefe del liberalismo, creyendo él que desde adentro del partido podría reformarlo. Perdió la elección, pero se propuso ganar la presidencia en 1949. Laureano Gómez, jefe conservador y mentor del presidente Ospina, era ya admirador de Hitler, Mussolini y Franco, lideres totalitarios fascistas en Alemania, Italia y España, fue embajador en Alemania. Laureano Gómez, extrapoló la violencia de los franquistas contra los republicanos en España y extendió el odio contra las bases populares contrarias a sus apetencias. A Gaitán solo faltaba asesinarlo y así lo hicieron.

Cita bibliográfica.

 García Nossa Antonio. “Gaitán y el camino de la revolución colombiana”. Libro publicado por ediciones Camilo. Talleres de impresos litográficos. Bogotá, abril de 1974.

(*) Abogado de la Universidad Santiago de Cali(USC); especialización en derecho constitucional de la Universidad Libre; Magíster en Ciencia Política de la Universidad Javeriana; PhD en Política Latinoamericana, Universidad Nacional de Madrid (UNED- España); estudios de actualización política en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido profesor de las cátedras: derecho internacional, ciencia política,  derechos humanos, derecho constitucional y derecho ambiental, en la Universidad Libre, Cali.

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5 abr 2025

El Senado como obstáculo al constituyente primario.

Texto de Alberto Ramos Garbiras (*).

La soberanía absoluta la presentaron y crearon como de origen divino/extraterrenal, provenía de Dios que ungía a los reyes. Con la teoría de la soberanía absoluta de los reyes justificaron o sustentaron la permanencia de un solo Rey en un amplio territorio para absolver o incorporar los pequeños reinos (en la edad media baja, Europa llegó a tener 840 reinos) gobernados por señoríos feudales de Príncipes, Duques, Condes, Marqueses, etc. Esto conllevó a más guerras, conflictos religiosos, ausencia del derecho de mayor extensión para su aplicación, comercio caótico, al uso de la fuerza como origen del poder monárquico, desconexión en el manejo de las monedas de cambio, etc.

 Los filósofos contractualistas comenzaron a reflexionar para desmontar esta explicación de la soberanía absoluta que impedía controles sobre el monarca y el estamento de la nobleza, desconociendo al pueblo. Jean Jacques Rousseau escribió el libro titulado El contrato social, allí explica que la voluntad popular o la unión de las soberanías individuales (a manera, hoy, de la autonomía personal), esa unión produce la soberanía popular, así el pueblo decide qué tipo o clase de Estado desea tener y decide delegarlo a los gobernantes que escoge, pero no renuncia a portar esa soberanía popular.

Rousseau escribió, , El soberano es ahora la colectividad o pueblo, y esta da origen al poder enajenando sus derechos a favor de la autoridad. Cada ciudadano es soberano y súbdito al mismo tiempo, ya que contribuye tanto a crear la autoridad y a formar parte de ella, en cuanto que mediante su propia voluntad dio origen a esta, y por otro lado es súbdito de esa misma autoridad, en cuanto que se obliga a obedecerla. Todos serían libres e iguales, puesto que nadie obedecería o sería mandado por un individuo, sino que la voluntad general tiene el poder soberano, es aquella que señala lo correcto y verdadero y las minorías deberían acatarlo en conformidad a lo que dice la voluntad colectiva”. Esta concepción roussoniana, abrió las compuertas para que otros teorizaran y adecuaron el contrato social para evitar el gobierno de uno solo y que aparecieran los controles, abrió el camino al constitucionalismo que perfeccionó el derecho porque hasta ese momento las leyes tampoco tenían una producción o construcción de cuerpos colegiados elegidos popularmente, el Parlamento del medioevo era una sesión de grandes señores feudales o miembros de la nobleza preferidos de las cortes. Abrió la posibilidad que apareciera La república y consecuentemente una forma envolvente de las mismas: La Democracia.

Para tomar solo dos razones que explican el origen del concepto de soberanía popular, citados por Reimund Seidelmann, en su investigación sobre La soberanía popular, aparecido en un diccionario de ciencia política compilado por Dieter Nohlen, se explica que, en la formación del Estado moderno, la soberanía ha tenido  funciones históricas: 1) En la transición del Estado medieval al absolutista, el concepto de soberanía sirve, por un lado, para rechazar las demandas de “afuera”, como las de la Iglesia y el Reich (el imperio), y de “dentro”, como las de la nobleza, los estamentos y las ciudades libres. Según J. Bodin (1576), la soberanía absoluta legitimaba la concentración, tanto de hecho como de derecho, del poder estatal definido territorialmente en manos del monarca. 2) En el debate sobre el “contrato del Estado”, el Estado burgués, apoyándose por ejemplo en las teorías contractualistas clásicas de Hobbes (1651) o Rousseau (1762) utiliza la soberanía no solamente para quitar el poder a los príncipes, sino también para introducir el principio nacional, con el cual se cubren las necesidades de consenso y de identidad del Estado nacional.

Miremos como cuatro constituciones, para tomar una muestra, conciben y definen imperativamente la soberanía, en la parte de los principios. Y los principios cubren todo el texto constitucional, son teleológicos o finalisticos, buscan un objetivo que debe cumplirse, además son el instrumento principal para la interpretación de la Constitución ligando las leyes y las normas de menor jerarquía a ese mandato consignado en los principios.

La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno (Constitución Política mexicana de 1917).

La soberanía nacional reside en el pueblo, que la ejerce a través de sus representantes y por medio de referéndum. Todo sector del pueblo e individuos se deben a su ejercicio. (Constitución de Francia)

"La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado" (Constitución Política española de 1978).

"La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que la Constitución establece" (Constitución Política colombiana de 1991).

El pueblo es el Constituyente primario, el soberano, es decir CONSTITUYE, o crea el Estado y todo su andamiaje institucional, pero a través del voto lo delega en sus representantes. Los delegados (elegidos) como constituyentes secundarios NO pueden impedir que el soberano popular se vuelva a expresar de fondo para volver a constituir lo que no funciona. El pueblo (la Nación) encarna la voluntad general popular y no puede prohibirse, ni inhibirse, ni renunciar a los cambios que necesite para garantizarse la prosperidad, y mucho menos que esos cambios sean obstaculizados por los poderes constituidos y cedidos por el pueblo mismo para que funcione el aparato del Estado que es el andamiaje para vivir colectivamente todos los asociados: la Nación. El artículo 133 de la Constitución expresa: Los miembros de cuerpos colegiados de elección directa representan al pueblo, y deberán actuar consultando la justicia y el bien común. Hay autores dentro de la ciencia política que vinculan el comienzo de la modernidad a la existencia del poder Constituyente permanente. En Colombia desde 1958 se desconoció la soberanía popular de manera flagrante y absurda pues solo podía el Congreso reformar la Constitución.

El Estado es la sociedad política y jurídica que el pueblo funda, acepta y acata (por medio de una Constitución), para obtener la convivencia, el orden, la justicia y todo el enunciado que contiene el Preámbulo, para definir el Estado que se quiere tener. “En ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo…”, dice el PREAMBULO de nuestra Constitución de 1991. Sin Estado no hay organización de la sociedad. Pero nadie puede apoderarse del Estado y malversarlo. El Estado es un aparato institucional que necesita permanente vigilancia de todos, pero sus delegados (elegidos) y muchos funcionarios públicos, lo deforman y se apropian del Estado por parcelas y franquicias para delinquir, deteriorando la Democracia y dejando al pueblo expuesto a no tener prosperidad ni poder ver en la práctica el cumplimiento del Estado Social de Derecho.

 En Colombia estamos viendo que una parte del Congreso, en este caso el Senado está obstruyendo los cambios que desea el pueblo al haber elegido un progresista que contempló unas reformas sociales en el programa de gobierno y las consignó en una Ley Orgánica como el Plan de desarrollo. Pero los caballos de Troya dentro del gobierno y los poderes ocultos de anteriores gobiernos obstaculizan los cambios sociales.

(*) Magister en Ciencia Política, Universidad Javeriana.

 

 

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