Texto de Albero Ramos Garbiras
El origen de los dos partidos hay que buscarlo en los últimos sucesos durante La Colonia y los inicios de las posturas tomadas de cara a la guerra de independencia, cuando los activistas se dividieron entre realistas y patriotas, autonomistas e independentistas, criollos y chapetones, federalistas y centralistas. Los criollos clericales eran llamados godos, además se acomodaron al lado de los realistas y simulaban querer iniciar la lucha contra España, pero solo querían participación en la administración virreinal. Estos criollos godos fueron la semilla del partido conservador. De otro lado, los criollos independentistas, si conformaron lo núcleos que se prepararon para enfrentar al ejército del Rey.
Los más ilustrados se habían preparado en las universidades coloniales, de estirpe medioeval, se habían nutrido de las lecturas sobre la ilustración y la Enciclopedia, sobre el contractualismo, sobre la difusión de los derechos humanos y estaban enterados de las transformaciones en Francia después de la revolución francesa y de la gesta que se registró dentro de la guerra de independencia en norteamericana, esto les permitió acercarse al constitucionalismo. Ellos, los intelectuales criollos fueron la semilla del partido liberal. Los documentos que produjeron, como los artículos en el periódico La Bagatela de Antonio Nariño, el Memorial de Agravios redactado por Camilo Torres, la Carta de Jamaica, documento vital de Simón Bolívar al concebir una Latinoamérica libre, la redacción de las constituciones pre- republicanas entre 1811 y 1814, las ponencias para la redacción de la Constitución de Cúcuta, el discurso de Angostura, y el mismo diseño que hicieron para la estructura del Estado con la división de poderes en tres ramas y la Presidencia de la República para reemplazar la monarquía delegada del Rey a través del Virrey, estos fueron los plantadores de las ideas liberales.
Fue en el contexto de la redacción de la Constitución de Cádiz de 1812 cuando primero se utilizó la expresión liberalismo en el sentido de tomar la filosofía de las libertades y el empeño en insertar los principios contenidos en los aires renovadores de la revolución francesa, aunque tímidamente en el sentido de seguir respetando la figura del Rey Fernando VII, aunque estaba preso por orden de Napoleón. Nosotros redactamos antes que la gente de Cádiz, las constituciones de Cundinamarca, Tunja, Cartagena y Antioquia, allí se trasplantaron los derechos humanos. Este fue un revolucionario movimiento de ideas y de empuje por lograr la separación con España, allí hay un hervor de expresiones y consignas que alimentaran el posterior liberalismo.
Desde un comienzo Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander fueron liberales, porque se enfrentaron a la monarquía española, fueron anti absolutistas: propugnaron por lograr la libertad. Bolívar va a continuar con la guerra hacía en sur, para lograr la independencia de Ecuador y el Perú. Y desde 1822 Santander como vicepresidente va a gobernar. La dinámica de su administración y el reacomodo de los criollos aprovechados, y la puja por los intereses que había detentado en la colonia, hizo que sibilinamente el gobierno les diera sitio de preferencia dentro de la administración; mientras que los criollos sin valimiento, los mestizos, mulatos e indígenas sin cercanía al poder, fueron desdeñados. Santander poco a poco fue conservatizándose, esto se ve claramente con muchas medidas adoptadas con favoritismo , y lo vemos con la oposición que le hicieron a José Ignacio De Márquez, ex-constituyente amigo de Bolívar, de 1821, y la guerra que le insuflaron durante su presidencia por las medidas respecto a los conventos en Pasto en 1839, iniciándole una guerra, y luego el alzamiento de los supremos jefes regionales que atizados por José María Obando, llevaron a la prolongación de esa guerra hasta 1842, a la manera de secesiones regionales.
Si bien es cierto que el liberalismo y el conservatismo solo va a aparecer a mediados del siglo XIX con estatutos propios, el liberalismo en 1848 y el conservatismo en 1849, aquí debe tenerse en cuanta que, otra vez una corriente francesa renovadora va a inyectar más enjundia en el posicionamiento para los cambios institucionales, se trató del movimiento francés contra Luis Felipe de Orleans, y del vigor contenido en las ideas del socialismo utópico de teóricos como Fourier, Blanc, Sant Simón, Cabet, Proudhon, que van a ser transmitidos por Manuel Murillo Toro, luego por José María Melo, a José Hilario López, a José Maria Obando, al mismo Tomás Cipriano de Mosquera, quienes llevaron a cabo las reformas de mitad de siglo y permitieron la libertad de los esclavos, la libertad de imprenta, la libertad de cultos, actos reformatorios incluidos en la Constitución de 1853, formalización de las reformas de 1851 que conformaron la base del ideario liberal radical para la reforma del 1863 al redactarse la Constitución de Rionegro, con un nuevo tipo de Estado, el federalismo comandado por liberales puros, radicales afrancesados.